¿Te imaginas estar atrapado en una cápsula de metal a miles de metros bajo el agua, con el oxígeno agotándose y sin esperanza de rescate? Esa fue la trágica situación que vivieron los cinco pasajeros del sumergible Titán, que sufrió una implosión catastrófica cuando iba a visitar los restos del Titanic.
implosión del sumergible Titán
El Titán era un sumergible de última generación, fabricado con fibra de carbono y titanio, que podía descender hasta 4.000 metros de profundidad y llevar a cinco personas, incluyendo al piloto. Su objetivo era realizar expediciones turísticas y científicas al legendario transatlántico hundido en 1912.
Sin embargo, el pasado domingo 18 de junio, el Titán perdió el contacto con la superficie horas después de iniciar su inmersión. Los restos de la cápsula fueron hallados días después cerca del lugar donde reposa el Titanic, lo que indica que sufrió una implosión por la presión del agua.
¿Qué fue lo que salió mal? ¿Se pudo evitar esta tragedia? En este artículo te revelamos los cinco errores clave que se cometieron antes de la catastrófica implosión del sumergible Titán.
ERROR 1: NO VERIFICAR LAS CONDICIONES METEOROLÓGICAS
Uno de los factores que pudo influir en la implosión del sumergible Titán, fue el mal tiempo que reinaba en la zona donde se encontraba. Según informó la Guardia Costera de Estados Unidos, ese día había fuertes vientos y olas de hasta seis metros de altura.
Estas condiciones dificultaron la comunicación entre el sumergible y el barco nodriza que lo transportaba, así como la localización y recuperación de los restos. Además, pudieron afectar al funcionamiento del sistema de propulsión y navegación del Titán, que dependía de unas baterías eléctricas.
Según la empresa OceanGate Expeditions, propietaria del sumergible, el Titán estaba diseñado para operar en diferentes condiciones meteorológicas sin necesidad de un barco con grúa. Sin embargo, algunos expertos cuestionan esta afirmación y señalan que se debió verificar el estado del mar antes de iniciar la inmersión.
ERROR 2: NO CONTAR CON UN SISTEMA DE EMERGENCIA EFECTIVO
Otro de los errores que se cometieron fue no contar con un sistema de emergencia efectivo que permitiera al sumergible salir a flote en caso de avería o fallo. El Titán tenía un sistema de lastre que consistía en unos tanques llenos de agua que se podían vaciar para ascender o llenar para descender.
Sin embargo, este sistema dependía de unas válvulas eléctricas que se podían bloquear por la presión o por algún desperfecto técnico. Además, el sumergible no tenía ningún mecanismo para liberar el lastre manualmente o para enviar una señal de socorro desde el fondo marino.
Según OceanGate Expeditions, el Titán contaba con un sistema redundante que le permitía operar con una sola batería en caso de fallo de la otra. Sin embargo, esto no fue suficiente para evitar la implosión, que pudo deberse a una fuga o a una sobrecarga eléctrica.
ERROR 3: NO REALIZAR PRUEBAS SUFICIENTES ANTES DE LA EXPEDICIÓN
Otro error que se pudo evitar fue no realizar pruebas suficientes antes de la expedición al Titanic. El Titán era un sumergible nuevo, que había sido construido en 2019 y solo había realizado unas pocas inmersiones previas a esa profundidad.
Según OceanGate Expeditions, el Titán había sido sometido a rigurosas pruebas en tanques y en el mar, y había demostrado su capacidad para resistir la presión y la temperatura del fondo oceánico. Sin embargo, algunos expertos señalan que se debió realizar más pruebas y ensayos antes de llevar a pasajeros a bordo.
Además, se cuestiona el nivel de entrenamiento y experiencia de los ocupantes del sumergible, que incluían al presidente de OceanGate, un explorador británico, un padre y un hijo de origen pakistaní y un científico francés. Según la empresa, todos ellos habían recibido una capacitación previa y habían participado en otras inmersiones.
ERROR 4: NO RESPETAR LOS LÍMITES DE PROFUNDIDAD DEL SUMERGIBLE
Otro error que pudo ser fatal fue no respetar los límites de profundidad del sumergible. El Titán tenía una profundidad operativa máxima de 4.000 metros, que era la misma a la que se encontraba el Titanic. Sin embargo, se sospecha que el sumergible pudo haber descendido más allá de ese límite, lo que aumentó el riesgo de implosión.
Según OceanGate Expeditions, el Titán tenía un sistema de control que le impedía sobrepasar los 4.000 metros y que le avisaba al piloto si se acercaba a ese límite. Sin embargo, algunos expertos señalan que ese sistema pudo fallar o ser ignorado por el piloto, que pudo haber querido acercarse más al Titanic.
Además, se indica que el sumergible debió haber tenido un margen de seguridad mayor, que le permitiera ascender rápidamente en caso de emergencia. Según las normas internacionales, los sumergibles deben tener una profundidad operativa máxima que sea al menos un 25% menor que la profundidad de colapso.
ERROR 5: NO TENER EN CUENTA LOS RIESGOS DE LA EXPEDICIÓN
El último error que se cometió fue no tener en cuenta los riesgos de la expedición al Titanic. Se trata de una actividad peligrosa y compleja, que implica una gran inversión económica y logística, y que solo está al alcance de unos pocos.
Según OceanGate Expeditions, la expedición al Titanic tenía fines turísticos y científicos, y buscaba generar conciencia sobre la preservación del patrimonio histórico y marino. Sin embargo, algunos expertos señalan que se trató de una aventura innecesaria y arriesgada, que puso en peligro la vida de los pasajeros y del propio Titanic.
Además, se indica que la expedición al Titanic no contaba con el permiso ni la supervisión de las autoridades competentes, como la UNESCO o los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido, que son los responsables de proteger el sitio donde se encuentra el naufragio.
Redacción de rdndigital.com
Si le gustó la columna de hoy difúndala entre sus contactos, amigos o conocidos. Si quiere recibir en su celular ésta y otras informaciones, descargue la aplicación Telegram, busque nuestro Canal: RDN Digital y PRESIONE +Unirme o click sobre la imagen a continuación.