Así era el zoológico de Tocorón, la cárcel más lujosa de Venezuela5 min read

Tocorón era una cárcel que parecía una ciudad. Allí los presos tenían de todo: una discoteca, un restaurante, una piscina, un centro hípico y hasta un zoológico. Sí, has leído bien: un zoológico con animales exóticos como flamencos, tigres y leones. Pero todo eso se acabó el pasado miércoles 20 de septiembre, cuando el gobierno venezolano desmanteló el penal en un operativo policial.

El zoológico de Tocorón era una de las excentricidades más llamativas de la cárcel. Allí los presos podían ver y tocar animales que no se encuentran en Venezuela, como flamencos, tigres, leones, monos y loros. Los animales estaban en jaulas de madera o en pequeños estanques dentro del recinto penitenciario.

¿Cómo llegaron esos animales a Tocorón? Según algunas versiones, los presos los compraban o los robaban en otros países y los traían de contrabando a la cárcel. Otras fuentes indican que los animales eran regalos o pagos de otros delincuentes o funcionarios corruptos.

Lo cierto es que el zoológico de Tocorón era una muestra del poder y la impunidad que tenían los presos dentro de la cárcel. Los animales eran usados como símbolos de estatus, como objetos de diversión o como fuentes de ingresos. Algunos presos cobraban a los visitantes por ver o fotografiarse con los animales.

Horas después del operativo policial que desmanteló la cárcel de Tocorón, se filtraron las primeras imágenes del zoológico que había en el penal. En un video de 14 segundos se puede ver el espacio donde estaban los animales. Se observa una jaula de madera vacía y un pequeño estanque con varios flamencos.

En otro video se puede ver a un felino dentro de una jaula. Se presume que había más animales y que podrían filtrarse más imágenes del zoológico de Tocorón.

Las imágenes causaron indignación y asombro entre los venezolanos y el mundo entero. Muchos criticaron las condiciones en las que vivían los animales y la falta de control del gobierno sobre la cárcel.

El zoológico no era lo único que tenía Tocorón. La cárcel era la más lujosa de Venezuela y una de las más insólitas del mundo. Allí los presos tenían acceso a todo tipo de servicios y comodidades que no se correspondían con su condición de privados de libertad.

Tocorón tenía una discoteca llamada “Tokio”, donde los presos podían bailar, beber y escuchar música en vivo. Algunos artistas famosos llegaron a presentarse en el club nocturno, como Álex D’ Castro, Frederick “El Coco”, Diomedito Díaz y Armando Martínez.

Tocorón también tenía un restaurante llamado “La Parrilla del Pran”, donde los presos podían comer carne asada, pollo frito, pasta, pizza y hasta sushi. El restaurante se llamaba así en honor al líder del penal, Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, quien era el jefe del Tren de Aragua, una peligrosa banda criminal.

Además, Tocorón tenía una piscina, donde los presos podían refrescarse y relajarse; un centro hípico, donde podían montar a caballo y apostar en carreras; e instalaciones deportivas, donde podían practicar fútbol, béisbol o baloncesto.

Los presos también tenían acceso a teléfonos celulares, internet, televisión por cable y aires acondicionados. Incluso, habían construido viviendas improvisadas dentro del complejo carcelario, formando una especie de ciudad tras las rejas.

Ante esta situación de anarquía e impunidad dentro de Tocorón, el gobierno venezolano decidió intervenir el penal el pasado miércoles 20 de septiembre. Según el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, se trató de un operativo para desmantelar “un centro de conspiración y delito usado por una red criminal internacional contra la población venezolana”.

Para ello, se movilizaron unos 11 mil funcionarios entre cuerpos policiales e integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. El operativo duró varias horas y culminó con la incautación de armas, drogas, dinero y otros objetos ilícitos dentro del penal. Asimismo, se trasladó a los presos a otros centros penitenciarios del país.

El desmantelamiento de Tocorón fue parte de un plan del gobierno venezolano para “humanizar” el sistema penitenciario del país, que sufre de graves problemas de hacinamiento, violencia, corrupción y violación de los derechos humanos. Sin embargo, muchos críticos y expertos han cuestionado la efectividad y la transparencia de este plan.

Tocorón era una cárcel que tenía un zoológico, una discoteca y hasta un restaurante. Allí los presos vivían una vida de lujos y placeres, mientras el país sufría una profunda crisis económica, social y política. El gobierno venezolano decidió intervenir el penal para poner fin a esta situación.

¿Qué opinas de esta realidad carcelaria? ¿Crees que el gobierno venezolano actuó correctamente al desmantelar Tocorón? ¿Qué medidas deberían tomar las autoridades para mejorar el sistema penitenciario del país? Déjanos tus comentarios y comparte este artículo con tus amigos.

Esperamos tus respuestas. ¡Hasta pronto!

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