La presbicia o vista cansada es uno de los signos inevitables del paso del tiempo. No se puede curar, pero sí aliviar o, al menos, retrasar su aparición. Pero ¿es posible prevenir y tratar la presbicia?
«La vejez no tiene remedio, ¿verdad? La presbicia tampoco». El doctor José Luis Güell, coordinador-director del departamento de córnea y cirugía refractiva de cataratas del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), enfatiza de esta forma tan rotunda cómo la vista cansada es un síntoma del paso del tiempo, del envejecimiento de la vista.
La presbicia o presbiopía afecta a la acomodación, el movimiento por el que el cristalino cambia de forma para enfocar con claridad los objetos. Este proceso, llamado convergencia, hace que los músculos extraoculares muevan los ojos hacia dentro para concentrar la visión en un punto.
A partir de los 40 o 45 años, los adultos (incluso los que ya usen gafas o lentes de contacto) pueden notar cómo su vista no enfoca igual que antes debido a la pérdida de elasticidad de los músculos del ojo. Un síntoma evidente de la presbicia es, por ejemplo, tener que alejar el libro que estamos leyendo para poder ver mejor las letras. Y nos pasa a todos, como recuerda el doctor Güell: «Afecta a todo el mundo, ya que todos envejecemos, incluso a aquellos que no necesitan gafas o piensan que no les afecta la vista cansada: en realidad tienen miopía y no ven bien de lejos, pero esto les crea un foco más cercano que hace que no se necesiten, por ejemplo, gafas para leer. Tienes presbicia, pero lo que no haces es llevar gafas». En la presbicia o vista cansada pueden influir aspectos genéticos o largas jornadas de uso de nuestra vista.
LAS GAFAS NO SON LA ÚNICA SOLUCIÓN
Para empezar, hay que tener en cuenta que, como destacan los especialistas, ante los primeros síntomas de presbicia el paciente no debe tener prisa por ponerse gafas, ya que es recomendable forzar un poco la vista antes de recurrir a ayuda profesional. Es decir, hay que seguir ejercitando la vista para que no se relaje. «Si eres capaz de hacerlo –señala Güell–, aguanta. Cuanto más te esfuerces sin ponerte las gafas, más tiempo podrás prolongar el no necesitarlas. Es una recomendación general». En todo caso, se impone una visita al oftalmólogo o al optometrista para valorar las acciones más adecuadas.
Como explica Martín Rubio Calleja, optometrista de Centro Óptico del Puerto, mucha gente incurre en el error de pedir unas gafas al menor síntoma, estimulados por la mejora en su visión. «La pérdida de vista es un proceso natural que es igual para todas las personas, está tabulada, dependiendo de la latitud y de los países. A partir de ahí, la gente no toma decisiones correctas y adquiere unas gafas para leer mejor, muchas veces con más graduación de la debida, sin comprobar el astigmatismo, si hay más graduación en un ojo que otro, etc. Las gafas premontadas, de fácil acceso, hacen que la gente se autogradúe y, por lo tanto, acelere el proceso de la vista cansada».
Sin embargo, las gafas no son la única solución para la presbicia o vista cansada. Existen otras alternativas, como las lentes de contacto, la cirugía refractiva o la cirugía de cataratas, que pueden corregir o mejorar la visión de cerca. Estas opciones deben ser evaluadas por un especialista, que tendrá en cuenta las características y las necesidades de cada paciente.
LAS LENTES DE CONTACTO, LA CIRUGÍA REFRACTIVA O LA CIRUGÍA DE CATARATAS, POSIBLES ALTERNATIVAS
Las lentes de contacto son una opción para la presbicia o vista cansada que permite prescindir de las gafas. Existen diferentes tipos de lentes de contacto, como las monofocales, las bifocales, las multifocales o las de monovisión, que se adaptan a las distintas situaciones visuales. Las lentes de contacto tienen ventajas, como una mayor comodidad, una mejor estética y una mayor libertad de movimiento, pero también inconvenientes, como una mayor exigencia de higiene, un mayor riesgo de infecciones o una menor tolerancia.
La cirugía refractiva es otra opción para la presbicia o vista cansada que consiste en modificar la forma de la córnea mediante un láser, para mejorar la capacidad de enfoque del ojo. Existen diferentes técnicas de cirugía refractiva, como el LASIK, el PRK, el LASEK o el SMILE, que se eligen según el caso de cada paciente. La cirugía refractiva tiene ventajas, como una rápida recuperación, una alta precisión y una buena calidad visual, pero también inconvenientes, como posibles complicaciones, efectos secundarios o una pérdida de visión nocturna.
La cirugía de cataratas es otra opción para la presbicia o vista cansada que consiste en extraer el cristalino opacificado y sustituirlo por una lente intraocular artificial, que puede ser monofocal, bifocal, multifocal o tórica, según el tipo de corrección que se requiera. Tiene ventajas, como una eliminación definitiva de la catarata, una mejora de la visión de lejos y de cerca y una reducción de la dependencia de las gafas, pero también inconvenientes, como posibles complicaciones, efectos secundarios o una pérdida de contraste.
SÍNTOMAS
- No se puede enfocar bien un objeto que está cerca, pero sí el que está más alejado.
- Las letras pueden llegar a bailar o verse borrosas, efecto que desaparece al mirar a mayor distancia.
- Este esfuerzo para enfocar puede ocasionar, al final de la jornada, dolor de cabeza o fatiga y cansancio visual.
PRESBIOPÍA, PERO MENOS
Más que de prevenir se debe hablar de hábitos para retrasar la aparición de la presbicia o para que esta sea menos acusada. El sentido común (nada de abusos) vuelve a ser un perfecto aliado para nuestra salud visual.
- Distancia. La de lectura se encuentra en torno a unos 40 cm (70 o 100 cm ante la pantalla de un ordenador).
- Luz. Hay que encontrar un término medio entre el exceso de luz y su escasez (en ambos casos sufre nuestra vista).
- Parpadeos. La concentración, por ejemplo, en el trabajo o en la lectura de un libro, hacen que parpadeemos menos y que se lubriquen menos nuestros ojos: la córnea tiende a secarse.
- Descansos. Es muy importante realizar paradas en nuestra rutina diaria cada cierto tiempo para que descanse nuestra vista (y de paso, nosotros mismos), con hábitos como fijar la vista en un punto alejado.
- Alimentación y hábitos saludables. Una dieta saludable, que incluya antioxidantes, y la práctica deportiva contribuyen, sin duda, a que nuestra vista esté más flexible, tonificada y, por lo tanto, más sana.
¿QUÉ OPINAS DE ESTE ARTÍCULO SOBRE LA PRESBICIA O VISTA CANSADA?
Esperamos que este artículo te haya gustado y que hayas aprendido más sobre la presbicia o vista cansada, y sobre cómo prevenir y tratar este problema visual. Recuerda que la presbicia o vista cansada es un signo del paso del tiempo, que afecta a todo el mundo, y que tiene diferentes soluciones, que deben ser valoradas por un especialista.
¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Tienes presbicia o vista cansada? ¿Qué solución has elegido o elegirías? Déjanos tu comentario.
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
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Redacción de rdndigital.com
Con información de sabervivir.es
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Y como se hace para la gente que conduce? Es decir q viaja y trabaja conduciendo