Todos hemos experimentado el olvido en algún momento de nuestra vida. A veces, puede ser molesto o preocupante, sobre todo cuando envejecemos. Pero el olvido es una parte normal de la memoria, que nos ayuda a adaptarnos o a hacer espacio para nueva información. Sin embargo, nuestros recuerdos no son tan exactos como pensamos. A menudo, los distorsionamos, los modificamos o los perdemos. Pero, ¿cómo saber si nuestro nivel de olvido es normal o no? ¿Es normal olvidar los nombres de las personas, de los lugares o de los países, como le pasó recientemente al presidente de Estados Unidos, Joe Biden? Veamos lo que dice la ciencia.
Para recordar algo, nuestro cerebro tiene que hacer tres cosas: aprenderlo (codificarlo), guardarlo (almacenarlo) y recuperarlo cuando lo necesita. El olvido puede ocurrir en cualquiera de estas fases.
Cuando la información sensorial llega a nuestro cerebro, no podemos procesarla toda. Por eso, usamos nuestra atención para filtrar la información y seleccionar lo que es importante. Así, cuando codificamos nuestras experiencias, lo hacemos sobre todo con lo que nos llama la atención.
Si alguien nos dice su nombre en una fiesta mientras estamos distraídos con otra cosa, nunca codificamos su nombre. Es un error de la memoria (olvido), pero es normal y muy frecuente.
LA CLAVE DEL REPASO
Los hábitos y la estructura, como dejar siempre las llaves en el mismo lugar para no tener que codificar su localización, pueden ayudarnos a evitar este problema.
El repaso también es importante para la memoria. Si no repasamos, lo olvidamos. Los recuerdos que más perduran son los que hemos repasado y repetido muchas veces (aunque cada vez que repasamos un recuerdo lo cambiamos un poco, y es probable que recordemos el último repaso más que el hecho en sí).
En el siglo XIX, el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus enseñó a la gente sílabas sin sentido que nunca habían escuchado antes y observó cuánto recordaban con el tiempo. Demostró que, sin repaso, la mayor parte de nuestra memoria se desvanece en uno o dos días.
Pero si la gente repasaba las sílabas repitiéndolas a intervalos regulares, aumentaba de forma drástica el número de sílabas que podían recordar durante más de un día.
Esta necesidad de repasar puede ser otra causa de olvido cotidiano. Cuando vamos al supermercado, codificamos dónde aparcamos el coche, pero al entrar en la tienda estamos ocupados repasando otras cosas que tenemos que recordar (la lista de la compra). Como resultado, podemos olvidar la ubicación del coche.
Esto nos muestra otra característica del olvido. Podemos olvidar información específica, pero recordar lo general.
Cuando salimos de la tienda y nos damos cuenta de que no recordamos dónde hemos aparcado el coche, probablemente recordemos si estaba a la izquierda o a la derecha de la puerta de la tienda, en el extremo del aparcamiento o en el centro.
Así, en lugar de tener que recorrer todo el aparcamiento para encontrarlo, podemos buscar en una zona delimitada.
QUÉ FACTORES INFLUYEN EN EL OLVIDO
Además de la codificación y el repaso, hay otros factores que influyen en el olvido. Algunos de ellos son:
- El tiempo: cuanto más tiempo pasa desde que aprendemos algo, más probabilidades hay de que lo olvidemos. Esto se debe a que los recuerdos se van debilitando con el tiempo, y también a que se van acumulando más recuerdos que pueden interferir con los anteriores.
- La interferencia: cuando aprendemos información nueva que se parece a la que ya sabemos, puede interferir con nuestra memoria y hacernos olvidar. Por ejemplo, si aprendemos los nombres de muchas personas nuevas en poco tiempo, podemos confundirlos o mezclarlos.
- La motivación: cuando algo nos interesa o nos emociona, tendemos a recordarlo mejor que cuando nos aburre o nos da igual. Esto se debe a que la motivación y la emoción aumentan nuestra atención y nuestra codificación, y también a que nos hacen repasar más los recuerdos.
- El estrés: cuando estamos estresados o ansiosos, nuestra memoria puede verse afectada negativamente. Esto se debe a que el estrés y la ansiedad reducen nuestra atención y nuestra codificación, y también a que activan hormonas que pueden dañar las células cerebrales implicadas en la memoria.
- El sueño: cuando dormimos, nuestro cerebro consolida y reorganiza los recuerdos, lo que mejora nuestra memoria. Pero si no dormimos lo suficiente o tenemos un sueño de mala calidad, nuestra memoria puede verse perjudicada. Esto se debe a que la falta o el mal sueño impiden el proceso de consolidación y reorganización de los recuerdos, y también a que afectan a nuestra atención y a nuestro estado de ánimo.
CÓMO MEJORAR NUESTRA MEMORIA Y DISMINUIR EL NIVEL DE OLVIDO
El olvido es una parte normal de la memoria, pero también podemos hacer algunas cosas para mejorar nuestra memoria y evitar el olvido. Algunas de ellas son:
- Prestar atención: cuando queremos recordar algo, tenemos que prestarle atención y codificarlo bien. Para ello, podemos usar estrategias como repetirlo, asociarlo, visualizarlo o hacerlo significativo.
- Repasar: cuando queremos mantener algo en nuestra memoria, tenemos que repasarlo y repetirlo. Para ello, podemos usar estrategias como hacer resúmenes, esquemas, mapas mentales o tarjetas de memoria.
- Organizar: cuando queremos recordar mucha información, tenemos que organizarla y estructurarla. Para ello, podemos usar estrategias como agruparla, categorizarla, ordenarla o jerarquizarla.
- Relacionar: cuando queremos recordar algo nuevo, tenemos que relacionarlo con lo que ya sabemos. Para ello, podemos usar estrategias como hacer analogías, ejemplos, contrastes o conexiones.
- Recuperar: cuando queremos recordar algo, tenemos que recuperarlo de nuestra memoria. Para ello, podemos usar estrategias como hacer preguntas, autoevaluarnos, explicarlo o aplicarlo.
CONCLUSIÓN
El olvido es una parte normal de la memoria, que nos permite adaptarnos o hacer espacio para nueva información. Pero nuestros recuerdos no son tan exactos como pensamos. A menudo, los distorsionamos, los modificamos o los perdemos.
Para saber si nuestro nivel de olvido es normal o no, tenemos que tener en cuenta varios factores, como la codificación, el repaso, el tiempo, la interferencia, la motivación, el estrés y el sueño. Estos factores influyen en nuestra memoria y en nuestro olvido.
Para mejorar nuestra memoria y evitar el olvido, podemos hacer algunas cosas, como prestar atención, repasar, organizar, relacionar y recuperar la información. Estas cosas nos ayudarán a recordar mejor y a olvidar menos.
¿Y TÚ QUE OPINAS DEL NIVEL DE OLVIDO?
¿Y tú, qué piensas sobre el olvido? ¿Te preocupa olvidar cosas? ¿Qué cosas sueles olvidar más? ¿Qué estrategias usas para mejorar tu memoria? ¿Qué beneficios o problemas te ha traído el olvido? Déjanos tus comentarios y comparte tu experiencia con nosotros. ¡Te leemos!
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com
Con información eldiariony.com
Si le gustó la columna de hoy difúndala entre sus contactos, amigos o conocidos. Si quiere recibir en su celular ésta y otras informaciones, descargue la aplicación Telegram, busque nuestro Canal: RDN Digital y PRESIONE +Unirme o click sobre la imagen a continuación.