El comercio informal en Venezuela ha alcanzado niveles preocupantes, con un 48,3% de la población activa dedicada a esta forma de trabajo, según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2023. Aunque ha habido una leve disminución respecto al 51,7% registrado en 2021, la cifra es significativamente más alta en comparación con el 35,8% reportado en 2014. Este aumento refleja la precariedad económica y la falta de opciones en el mercado laboral formal, lo que ha llevado a miles de venezolanos a buscar medios alternativos para sobrevivir en un entorno de crisis.
Luis Montero, primer vicepresidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas, ha señalado que la creciente informalidad está afectando negativamente la recaudación fiscal del país. Con más personas eludiendo el sistema formal, los ingresos del Estado se ven mermados, lo que impacta la capacidad del gobierno para cubrir sus gastos y garantizar servicios públicos de calidad. Montero asegura que la falta de un entorno económico estable y de infraestructura adecuada impide que tanto los pequeños emprendedores como las grandes empresas puedan operar eficientemente.
EL IMPACTO DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS EN EL COMERCIO INFORMAL
Un factor que agrava la situación, según Montero, es la deficiencia en los servicios públicos. La electricidad, el agua y el transporte son esenciales para cualquier actividad económica, pero en Venezuela, su calidad ha disminuido considerablemente en los últimos años. Para los comerciantes informales, que dependen de recursos limitados y enfrentan múltiples desafíos, la falta de estos servicios aumenta sus dificultades. “Un buen sistema de servicios públicos podría ayudar a mejorar los negocios en todo el país”, afirmó Montero en una entrevista reciente con Unión Radio.
La falta de infraestructura adecuada también afecta a los grandes empresarios, quienes requieren de un entorno más estable para poder mantener sus operaciones. El deterioro de los servicios básicos reduce la competitividad y genera mayores costos para todos los sectores. Esto, a su vez, desincentiva la inversión y el crecimiento de nuevos negocios, afectando a toda la cadena productiva del país.
LA CARGA TRIBUTARIA Y LA FORMALIZACIÓN DEL COMERCIO
Además de los problemas con los servicios públicos, otro desafío clave que enfrentan los emprendedores y empresarios venezolanos es el sistema tributario. Montero ha resaltado la necesidad urgente de revisar el esquema actual de impuestos, que impone una carga desproporcionada sobre las pequeñas y medianas empresas. Juan Korody, presidente de la Asociación Venezolana de Derecho Tributario, comentó que los contribuyentes especiales deben presentar y pagar más de 200 declaraciones anuales, lo que se traduce en una declaración por cada día hábil del año. “Es un sistema avasallante”, expresó Korody en una entrevista.
La complejidad del sistema tributario no solo afecta a las grandes empresas, sino también a los pequeños emprendedores que buscan formalizar sus actividades. La carga burocrática y el elevado costo de cumplir con todas las obligaciones fiscales hacen que muchos opten por mantenerse en la informalidad, lo que perpetúa el ciclo de precariedad económica y limita las oportunidades de desarrollo en el país.
LA NECESIDAD DE UNA REFORMA TRIBUTARIA
Tanto Montero como Korody coinciden en que es imperativo revisar y simplificar el esquema tributario para facilitar la formalización de los comerciantes informales y emprendedores. Esto permitiría aumentar la base de contribuyentes, lo que a su vez fortalecería las finanzas públicas y contribuiría al desarrollo económico de Venezuela. Sin embargo, sin una reforma adecuada y una mejora en los servicios públicos, las perspectivas para la economía venezolana siguen siendo sombrías.
La situación actual refleja una profunda crisis estructural que afecta a todos los sectores de la sociedad. Desde los pequeños comerciantes informales hasta los grandes empresarios, todos enfrentan dificultades para operar en un entorno donde los servicios básicos fallan y el sistema fiscal es ineficiente. A menos que se tomen medidas concretas para abordar estos problemas, la informalidad seguirá siendo la salida más común para la mayoría de los venezolanos.
SOLUCIONES Y FUTURO DEL COMERCIO INFORMAL EN VENEZUELA
El futuro del comercio informal en Venezuela dependerá en gran medida de las políticas que implemente el gobierno para mejorar las condiciones del país. La clave está en ofrecer incentivos para que los emprendedores y comerciantes informales se formalicen, lo que podría lograrse mediante una reducción de la carga fiscal y una mejora sustancial en los servicios públicos. Sin embargo, las soluciones no serán rápidas ni sencillas, ya que el deterioro económico y social ha alcanzado niveles críticos.
En última instancia, la solución a la crisis del comercio informal pasa por una combinación de reformas estructurales en el ámbito económico, social y político. Solo así se podrá ofrecer un entorno más favorable para que los venezolanos puedan trabajar y prosperar sin recurrir a la informalidad. Es una tarea que requerirá un esfuerzo conjunto del gobierno, el sector privado y la sociedad en general.
¿QUÉ OPINAS?
¿Crees que el gobierno debería simplificar el sistema tributario para reducir la informalidad? ¿Cómo impacta la falta de servicios públicos en los pequeños comerciantes? ¿Qué medidas crees que podrían ayudar a formalizar el comercio informal en Venezuela? ¿Es la carga tributaria actual en Venezuela un obstáculo para los emprendedores? ¿Cuáles serían las primeras acciones para mejorar la situación económica del país? Déjanos tus comentarios y comparte tu opinión con nosotros. ¡Te leemos!
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com con información de finanzasdigital.com
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