Muchas personas recurren a medicamentos para combatir el insomnio y mejorar su descanso nocturno. Sin embargo, lo que quizás no saben es que las pastillas para dormir conllevan peligro y hasta pueden tener efectos secundarios graves e incluso mortales.
Los fármacos para el sueño pueden causar desde mareos y dolores de cabeza hasta dependencia y reacciones alérgicas severas. Además, pueden interactuar con otras sustancias como el alcohol y aumentar el riesgo de accidentes, depresión y problemas de memoria.
LAS PASTILLAS PARA DORMIR NO SON LA SOLUCIÓN
Los expertos recomiendan que las pastillas para dormir se usen solo como último recurso, cuando los cambios en el estilo de vida y las terapias psicológicas no han funcionado. Además, se deben tomar bajo prescripción médica y siguiendo las indicaciones de dosis y duración del tratamiento.
Los medicamentos para el sueño no curan el insomnio, sino que solo lo enmascaran temporalmente. Por eso, es importante identificar y tratar la causa subyacente del problema, que puede ser física o mental.
LOS TIPOS Y LOS EFECTOS DE LAS PASTILLAS PARA DORMIR
Existen diferentes tipos de pastillas para dormir, que se clasifican según su mecanismo de acción y su efecto sobre el sueño. Algunos ejemplos son los siguientes:
- Benzodiazepinas: son sedantes que actúan sobre el sistema nervioso central y facilitan la conciliación y el mantenimiento del sueño. Sin embargo, pueden provocar adicción, tolerancia, somnolencia diurna y alteraciones cognitivas.
- Antihistamínicos: son antialérgicos que tienen un efecto sedante como efecto secundario. Se venden sin receta médica, pero pueden causar sequedad de boca, mareos, confusión y problemas urinarios.
- Melatonina: es una hormona natural que regula el ciclo del sueño y se usa para tratar el insomnio asociado al jet lag o al trabajo por turnos. Tiene pocos efectos adversos, pero puede interactuar con otros medicamentos y alterar los niveles hormonales.
- Agonistas de la melatonina: son fármacos que imitan la acción de la melatonina y se usan para tratar el insomnio crónico. Tienen menos riesgo de dependencia y somnolencia diurna, pero pueden causar dolor de cabeza, náuseas y mareos.
- Antidepresivos: algunos antidepresivos tienen un efecto sedante que puede ayudar a dormir mejor a las personas con depresión o ansiedad. Sin embargo, también pueden tener efectos secundarios como aumento de peso, disminución de la libido y síndrome de abstinencia.
LAS PASTILLAS PARA DORMIR PUEDEN AFECTAR A TU SALUD FÍSICA Y MENTAL
El uso prolongado o inadecuado de las pastillas para dormir puede tener consecuencias negativas para tu salud física y mental. Algunas de ellas son las siguientes:
- Aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad e infecciones respiratorias.
- Alteración del ritmo circadiano, que regula los procesos biológicos del organismo según el ciclo día-noche.
- Disminución de la calidad y cantidad del sueño profundo y del sueño REM, que son esenciales para la reparación celular y la consolidación de la memoria.
- Pérdida de la capacidad natural para dormir sin ayuda externa, lo que dificulta dejar las pastillas cuando se quiere o se necesita.
- Agravamiento de los trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad o el estrés, que pueden ser la causa o la consecuencia del insomnio.
¿QUÉ ALTERNATIVAS HAY?
Antes de recurrir a las pastillas para dormir, se recomienda probar otras opciones más naturales y seguras para mejorar el sueño. Algunas de ellas son las siguientes:
- Adoptar una buena higiene del sueño, que implica seguir horarios regulares, evitar las siestas, limitar el consumo de cafeína, alcohol y tabaco, crear un ambiente cómodo y oscuro en el dormitorio y evitar el uso de pantallas antes de acostarse.
- Practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación, el yoga o el mindfulness, que ayudan a reducir el estrés y a preparar el cuerpo y la mente para el descanso.
- Hacer ejercicio físico moderado durante el día, pero no cerca de la hora de dormir, ya que favorece la liberación de endorfinas, mejora el estado de ánimo y reduce la tensión muscular.
- Tomar infusiones o suplementos naturales que tengan propiedades sedantes o relajantes, como la valeriana, la pasiflora, la manzanilla o la lavanda. Eso sí, siempre con precaución y consultando con un médico antes.
- Acudir a un profesional de la salud si el insomnio persiste o se asocia a otros síntomas que puedan indicar una enfermedad subyacente. En algunos casos, puede ser necesario realizar un estudio del sueño para diagnosticar y tratar posibles trastornos como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas.
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¿Has usado alguna vez pastillas para dormir? ¿Qué efectos te han causado? ¿Consideras que las pastillas para dormir son un peligro?¿Conoces otras formas de mejorar tu sueño sin recurrir a los medicamentos? ¿Qué consejos le darías a alguien que sufre de insomnio?
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Redacción de rdndigital.com
Con información de elnacional.com
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