El mal aliento, también conocido como halitosis, es un problema que afecta a muchas personas y que puede causar vergüenza e inseguridad. El mal aliento se debe a la presencia de bacterias en la boca que descomponen los restos de alimentos y producen gases con olor desagradable. Puede tener diferentes causas, como una mala higiene bucal, el consumo de ciertos alimentos o bebidas, el tabaquismo o algunas enfermedades. En este artículo te explicamos qué es la halitosis, cuáles son sus causas más frecuentes y cómo eliminar el mal aliento.
QUÉ ES LA HALITOSIS
La halitosis es el término médico que se utiliza para referirse al mal aliento o al olor bucal desagradable. La halitosis puede ser temporal o crónica, según su duración y su frecuencia. Suele estar relacionada con factores externos, como el consumo de alimentos con olor fuerte (como el ajo o la cebolla), el ayuno prolongado o la sequedad bucal. La halitosis crónica suele estar relacionada con factores internos, como una mala higiene bucal, una infección oral o una enfermedad sistémica.
La halitosis se produce por la acción de las bacterias que habitan en la boca, especialmente en la lengua, las encías y los dientes. Estas bacterias descomponen los restos de alimentos y las células muertas que se acumulan en la boca y liberan gases con olor desagradable, como el sulfuro de hidrógeno, el metilmercaptano o la cadaverina. Estos gases son los responsables del mal olor en la boca, pero es posible eliminar el mal aliento.
CÓMO SABER SI TENGO HALITOSIS
Muchas personas no son conscientes de que tienen halitosis o no saben cómo detectarla. Esto se debe a que el olfato se adapta al olor propio y no lo percibe como algo anormal. Además, el mal aliento puede variar según el momento del día, la alimentación o el estado de ánimo.
Una forma sencilla de saber si tenemos halitosis es pedirle a alguien de confianza que nos lo diga con sinceridad. Otra forma es utilizar un test casero que mide el nivel de sulfuro de hidrógeno en el aliento mediante una tira reactiva que cambia de color según la intensidad del olor. También existen aparatos electrónicos que miden el nivel de gases en el aliento mediante un sensor y lo indican mediante una escala numérica o cromática.
CAUSAS DEL MAL ALIENTO
El mal aliento puede tener diferentes causas, que se pueden clasificar en dos grupos: orales y extraorales. Las causas orales son aquellas que tienen su origen en la boca y representan el 90 % de los casos de halitosis. Las causas extraorales son aquellas que tienen su origen fuera de la boca y representan el 10 % de los casos de halitosis.
Entre las causas orales más frecuentes se encuentran:
- La placa bacteriana: es una capa blanquecina y pegajosa que se forma sobre los dientes y las encías por la acumulación de bacterias y restos de alimentos. Si no se elimina con el cepillado y el uso del hilo dental, puede provocar caries, gingivitis o periodontitis, que son infecciones que causan inflamación, sangrado y mal olor.
- La lengua: es el principal reservorio de bacterias en la boca y puede acumular restos de alimentos y células muertas entre sus papilas gustativas. Si no se limpia adecuadamente con un cepillo o un limpiador lingual, puede provocar una capa blanca o amarillenta sobre la lengua y mal aliento.
- La xerostomía: es la disminución o ausencia de saliva en la boca, que puede deberse a la deshidratación, el consumo de ciertos medicamentos, el tabaquismo o algunas enfermedades. La saliva tiene una función lubricante, limpiadora y antibacteriana en la boca, por lo que su falta favorece la acumulación de bacterias y restos de alimentos y el mal aliento.
- Las prótesis dentales: son aparatos que reemplazan los dientes perdidos y que pueden ser fijas o removibles. Si no se limpian correctamente o no se ajustan bien a la boca, pueden acumular bacterias y restos de alimentos y provocar mal aliento.
Entre las causas extraorales más frecuentes se encuentran:
- El consumo de ciertos alimentos o bebidas: algunos alimentos o bebidas tienen un olor fuerte o contienen sustancias que pueden alterar el aliento, como el ajo, la cebolla, el queso, el café o el alcohol. Estos alimentos o bebidas pueden pasar al torrente sanguíneo y llegar a los pulmones, donde se liberan al exhalar. El mal aliento por esta causa suele ser temporal y se elimina al cepillarse los dientes o al masticar chicle o menta.
- El tabaquismo: el humo del tabaco contiene más de 4000 sustancias químicas que pueden afectar al aliento, como la nicotina, el alquitrán o el monóxido de carbono. Estas sustancias pueden irritar las mucosas bucales, disminuir la producción de saliva, alterar el equilibrio bacteriano y provocar mal aliento. El tabaquismo también aumenta el riesgo de padecer enfermedades orales y respiratorias que pueden causar halitosis.
- Las enfermedades respiratorias: algunas enfermedades que afectan a las vías respiratorias superiores o inferiores pueden causar mal aliento, como la sinusitis, la amigdalitis, la faringitis, la bronquitis o la neumonía. Estas enfermedades pueden provocar inflamación, secreción o infección de las mucosas respiratorias y liberar gases con olor desagradable.
- Las enfermedades digestivas: algunas enfermedades que afectan al estómago o al intestino pueden causar mal aliento, como la gastritis, la úlcera péptica, el reflujo gastroesofágico o el síndrome del intestino irritable. Estas enfermedades pueden provocar alteraciones en la digestión, en el vaciamiento gástrico o en la flora intestinal y liberar gases con olor desagradable.
- Las enfermedades sistémicas: algunas enfermedades que afectan a todo el organismo pueden causar mal aliento, como la diabetes, la insuficiencia renal o la insuficiencia hepática. Estas enfermedades pueden provocar alteraciones en el metabolismo, en la eliminación de toxinas o en el equilibrio ácido-base y liberar sustancias con olor desagradable.
CÓMO ELIMINAR EL MAL ALIENTO
La mejor forma de eliminar el mal aliento es mantener una buena higiene bucal y unos hábitos saludables. Algunas medidas que se pueden tomar son:
- Cepillarse los dientes después de cada comida con una pasta dental con flúor y un cepillo suave. El cepillado debe durar al menos dos minutos y abarcar todas las superficies dentales y las encías.
- Usar el hilo dental al menos una vez al día para eliminar los restos de alimentos y la placa bacteriana que se acumulan entre los dientes y que no se pueden alcanzar con el cepillo.
- Limpiarse la lengua con un cepillo o un limpiador lingual para eliminar las bacterias y los restos de alimentos que se depositan sobre ella y así eliminar el mal aliento.
- Usar un colutorio bucal con acción antiséptica para eliminar las bacterias que causan el mal olor. Se debe evitar el uso excesivo de colutorios con alcohol, ya que pueden resecar la boca y favorecer la halitosis.
- Visitar al dentista cada seis meses para realizar una revisión y una limpieza profesional. El dentista podrá detectar y tratar cualquier problema oral que pueda causar halitosis, como caries, gingivitis o periodontitis.
- Beber abundante agua para mantener una buena hidratación y estimular la producción de saliva que ayuda a eliminar el mal aliento.
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Redacción de rdndigital.com
Con información de topdoctors.es
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