La clave para una digestión saludable comienza mucho antes de que los alimentos lleguen al estómago. Masticar bien no solo mejora la digestión, sino que también puede transformar tu experiencia al comer. En lugar de engullir la comida rápidamente, es esencial tomarse el tiempo para disfrutar cada bocado y permitir que el proceso digestivo comience correctamente en la boca. Cuando masticamos los alimentos adecuadamente, nuestros músculos faciales y la lengua se coordinan para desmenuzar la comida, formando lo que conocemos como “bolo alimenticio”. Este paso es crucial para asegurar una buena absorción de nutrientes y evitar complicaciones digestivas.
Comer demasiado rápido no solo priva a las personas del placer de disfrutar plenamente sus alimentos, sino que puede tener consecuencias negativas para la salud. Aquellos que no mastican bien corren el riesgo de desarrollar problemas digestivos como estreñimiento, gases, reflujo o colon irritable. Además, comer rápido reduce la sensación de saciedad, lo que puede llevar a un aumento de peso. Por lo tanto, la próxima vez que te sientes a la mesa, recuerda la importancia de masticar despacio y de disfrutar del proceso.
LOS BENEFICIOS DE UNA BUENA MASTICACIÓN
Cuando los alimentos se mastican correctamente, los nutrientes se liberan más fácilmente, lo que facilita su absorción por el sistema digestivo. Además, masticar bien hace que los receptores de sabor en la lengua envíen señales al cerebro, activando la producción de jugos gástricos en el estómago para prepararlo para la digestión. Este proceso no solo mejora la digestión, sino que también permite disfrutar de los sabores y texturas de los alimentos, lo que puede hacer que las comidas sean más placenteras y satisfactorias.
La masticación adecuada también tiene un impacto directo en la saciedad. Al comer más lentamente y masticar mejor los alimentos, el cuerpo tiene más tiempo para registrar la sensación de estar lleno, lo que puede prevenir el exceso de comida. Además, una buena masticación ayuda a reducir el riesgo de atragantarse y de experimentar molestias en el esófago, ya que los alimentos bien triturados son más fáciles de tragar y digerir.
PROBLEMAS DE MASTICACIÓN EN ADULTOS MAYORES
Hay personas que, debido a condiciones médicas como el Alzheimer o el Parkinson, enfrentan dificultades para masticar adecuadamente. Aquellos que usan prótesis dentales también pueden encontrar complicado masticar ciertos alimentos. Sin embargo, hay formas de adaptar la dieta para asegurar una correcta nutrición sin renunciar al placer de comer. Por ejemplo, la carne puede prepararse picada en platillos como croquetas o empanadas, y las frutas y verduras pueden consumirse en forma de puré o jugos. El queso, por su parte, es mejor optar por variedades blandas y fáciles de untar.
Para quienes enfrentan estos desafíos, es fundamental asegurarse de que los alimentos sean fáciles de masticar y tragar, para evitar cualquier complicación adicional. Esto no solo mejora la experiencia al comer, sino que también garantiza que el proceso digestivo se desarrolle sin problemas.
¿ESTÁS MASTICANDO BIEN TUS ALIMENTOS?
Muchas personas no son conscientes de si están masticando correctamente, ya que el acto de masticar se hace de manera automática. Sin embargo, es importante prestar atención a la forma en que comemos, especialmente si tendemos a hacerlo rápidamente. Para mejorar tu masticación, hay varios consejos que puedes seguir: respira profundamente antes de comenzar a comer para relajarte, corta los alimentos en trozos pequeños que sean fáciles de masticar, y asegúrate de masticar lentamente hasta que la comida esté completamente triturada.
Dejar los cubiertos en la mesa entre bocados también puede ayudarte a tomar el tiempo necesario para masticar correctamente. Además, tomar pequeños sorbos de agua mientras comes puede facilitar el proceso de masticación y deglución, asegurando que los alimentos se mezclen bien con la saliva y que el proceso digestivo fluya sin problemas.
CÓMO LA MASTICACIÓN AFECTA TU DIGESTIÓN
Cuando masticamos los alimentos, no solo los trituramos físicamente, sino que también iniciamos el proceso de digestión enzimática en la boca. La saliva contiene enzimas digestivas que empiezan a descomponer los carbohidratos antes de que lleguen al estómago. Por lo tanto, cuanto más tiempo permanezca la comida en la boca, más fácil será para el sistema digestivo asimilar los nutrientes. Masticar bien también ayuda a prevenir problemas como el reflujo ácido, ya que los alimentos bien triturados y mezclados con saliva son menos propensos a irritar el esófago.
En resumen, tomarse el tiempo para masticar correctamente puede mejorar significativamente tu salud digestiva y general. Asegurarse de que cada bocado sea bien masticado no solo hará que disfrutes más tus comidas, sino que también reducirá el riesgo de problemas digestivos a largo plazo.
¿QUÉ TE PARECE?
¿Cuánto tiempo te tomas para masticar tus alimentos? ¿Sabías que masticar bien ayuda a prevenir problemas digestivos? ¿Qué cambios has notado en tu digestión al masticar lentamente? ¿Qué alimentos te resultan más difíciles de masticar? ¿Te parece importante prestar atención a cómo masticas durante las comidas? Déjanos tus comentarios y comparte tu experiencia con nosotros. ¡Te leemos!
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com con información sabervivir.es
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