Durante años, la carne ha sido objeto de controversia en debates sobre la salud y la alimentación. Sin embargo, estudios recientes han comenzado a reivindicar sus beneficios, especialmente cuando se elige el corte adecuado y se cocina de manera óptima. De acuerdo con el Consejo Europeo de Información Alimentaria (European Food Information Council), la carne es una fuente excepcional de proteínas de alta calidad y ofrece una abundante cantidad de vitaminas y minerales que son fácilmente absorbidos por el cuerpo. Entre estos nutrientes destacan la vitamina B12, el hierro de fácil absorción (hierro hemo), el zinc y el selenio, todos fundamentales para el buen funcionamiento del organismo, pero hay que conocer el punto de cocción de la carne.
Pero, ¿cómo deberíamos cocinar la carne para maximizar sus beneficios? Las tendencias actuales en salud subrayan la importancia no solo del tipo de corte, sino también del punto de cocción. La seguridad alimentaria es un factor crítico que va más allá de las preferencias personales sobre el término de la carne. Cocinarla de manera inadecuada puede tener consecuencias graves para la salud, como veremos más adelante.
RIESGOS DE LA CARNE POCO O DEMASIADO COCIDA
Según el doctor Ramón de Cangas, experto en Biología Molecular y Funcional y dietista, cocinar la carne poco hecha o demasiado jugosa puede exponer a los comensales a un mayor riesgo de enfermedades. Bacterias como la Salmonella y el Campylobacter, entre otras resistentes a los antibióticos, pueden sobrevivir en carne que no ha sido cocida adecuadamente, lo que aumenta el riesgo de infecciones alimentarias. Este riesgo es especialmente alto en carnes picadas o molidas, donde las bacterias pueden estar más distribuidas en el producto.
El Hospital Universitario Austral advierte que una cocción insuficiente de la carne molida puede llevar al desarrollo del síndrome urémico hemolítico, una enfermedad grave causada por la bacteria Escherichia Coli. Esta condición afecta la sangre, los vasos sanguíneos y los riñones, y puede ser particularmente peligrosa en niños. La importancia de alcanzar la temperatura interna adecuada al cocinar carne no puede subestimarse, ya que garantiza la eliminación de estos peligrosos patógenos.
Por otro lado, cocinar la carne en exceso también tiene sus riesgos. La misma fuente informa que cuando la carne se cocina demasiado, se pueden formar compuestos aromáticos policíclicos, sustancias que han sido vinculadas a un aumento en el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades. Por ello, encontrar el equilibrio en la cocción es esencial para disfrutar de la carne de manera segura y saludable.
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EL PUNTO ÓPTIMO PARA COCINAR LA CARNE
Determinar el punto exacto de cocción es clave para asegurar tanto el sabor como la seguridad alimentaria. La recomendación general, según el sitio CuídatePlus, es que la carne roja se cocine hasta alcanzar una temperatura interna mínima de 63°C (145°F). Este punto de cocción garantiza que las bacterias dañinas sean eliminadas sin comprometer la jugosidad y el sabor de la carne, según explica el nutricionista Pablo Ojeda.
Además, la Food and Drugs Administration (FDA) sugiere dejar reposar la carne durante unos minutos después de cocinarla. Este descanso permite que los jugos se redistribuyan, resultando en una carne más sabrosa y segura para el consumo. Este proceso también asegura que cualquier bacteria residual se elimine, ofreciendo una experiencia culinaria más placentera y saludable.
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LOGRAR EL PUNTO DE COCCIÓN DE LA CARNE
Es importante recordar que no todas las carnes se cocinan de la misma manera. Por ejemplo, mientras que la carne vacuna puede consumirse un poco más jugosa, aunque no sea lo ideal, otras carnes como el pollo, el pavo, el conejo y el cerdo requieren una cocción completa a temperaturas más altas para garantizar la eliminación de patógenos. Para la carne de cerdo, la temperatura interna recomendada es de 71°C, mientras que para la carne picada de ternera, cerdo o cordero, también se sugiere alcanzar los 71°C. En el caso del pollo molido, la temperatura debe ser aún más alta, llegando a 74°C.
Para aquellos que no cuentan con un termómetro en su horno, un termómetro de cocina es una herramienta indispensable. Este dispositivo debe colocarse en la parte más gruesa de la carne para obtener una lectura precisa de la temperatura interna. El nutricionista Ramón de Cangas enfatiza la importancia de utilizar este instrumento para garantizar que la carne se cocine correctamente, eliminando cualquier riesgo potencial para la salud.
¿QUÉ TE PARECE EL PUNTO DE COCCIÓN DE LA CARNE?
¿Cuál es tu punto de cocción favorito para la carne? ¿Sabías que el punto de cocción puede afectar tu salud? ¿Usas un termómetro de cocina para asegurarte de que tu carne esté bien cocida? ¿Has tenido alguna vez problemas de salud relacionados con carne mal cocida? ¿Qué tipo de carne prefieres y cómo te gusta cocinarla? Déjanos tus comentarios y comparte tu experiencia con nosotros. ¡Te leemos!
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com con información de clarin.com
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