La discusión sobre si el azúcar o los edulcorantes son mejores para la salud sigue dividiendo opiniones. Gaby Monroy, una reconocida food coach, compartió su experiencia en redes sociales y explicó por qué, después de usar edulcorantes durante dos años, decidió volver al azúcar. Para muchos, los edulcorantes parecen la solución perfecta para reducir calorías, pero Monroy asegura que hay más de lo que parece. Esta historia reveladora te hará reconsiderar lo que pones en tu taza de café.
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¿EDULCORANTES O AZÚCAR? LA EXPERIENCIA QUE CAMBIÓ TODO
Monroy, como muchas personas preocupadas por su salud, decidió hace un par de años sustituir el azúcar por edulcorantes. Probó una amplia variedad: desde eritritol, stevia, alulosa y xilitol, hasta monk fruit. Sin embargo, lo que en principio parecía una alternativa saludable pronto se convirtió en una desilusión. A través de su experiencia personal, Monroy expuso los efectos que los edulcorantes pueden tener en el organismo y cómo esto la llevó a reconsiderar su consumo de azúcar.
El cambio de opinión de Monroy comenzó cuando se dio cuenta de cómo funcionan los edulcorantes en el cuerpo. Contrario a lo que muchos creen, los edulcorantes no son una solución perfecta para quienes buscan reducir su ingesta de azúcar. Según Monroy, estos sustitutos no sacian los antojos de dulce, y en poco tiempo se genera la necesidad de consumir más. Su conclusión es clara: aunque los edulcorantes son bajos en calorías, engañan al cerebro y pueden provocar una mayor sensación de hambre a largo plazo.
¿CÓMO AFECTAN LOS EDULCORANTES AL CEREBRO?
Uno de los principales problemas que Monroy destaca es cómo los edulcorantes afectan al cerebro. Según ella, estos sustitutos del azúcar engañan al organismo, creando la ilusión de que se ha consumido algo dulce. Sin embargo, al no proporcionar la energía que el cuerpo espera, se activa una nueva sensación de hambre en poco tiempo. Monroy explicó que, cuando se tiene un antojo de dulce y se consume un producto con edulcorantes, el deseo de más dulce persiste. Esto, según su experiencia, lleva a un consumo excesivo y a la búsqueda continua de alimentos dulces.
Monroy apoya su testimonio con estudios científicos que respaldan su postura. Cita a investigadores de la Universidad Central de Chile, quienes coinciden en que los edulcorantes provocan una “disonancia en el cerebro”. El organismo percibe el sabor dulce, pero al no recibir las calorías que necesita, la sensación de hambre regresa rápidamente, lo que podría provocar una ingesta mayor de alimentos. Este fenómeno es conocido como la “Teoría del cerebro egoísta”, en la que el cerebro, al no recibir lo que espera, sigue buscando fuentes de energía.
LA SOLUCIÓN NO ES ELIMINAR EL AZÚCAR, SINO CONTROLARLO
En lugar de eliminar completamente el azúcar, Monroy propone un enfoque más equilibrado: consumir azúcares naturales que el cuerpo pueda procesar adecuadamente. Según la food coach, los carbohidratos complejos acompañados de fibra, como los que se encuentran en frutas como el plátano, son una mejor opción. Estos proporcionan energía de manera sostenida y son reconocidos por el cuerpo, lo que reduce la necesidad de consumir más alimentos dulces.
Monroy destaca que el problema no es el azúcar en sí, sino las enormes cantidades de azúcar añadida que están presentes en muchos productos procesados bajo diferentes nombres, como glucosa, fructosa y jarabe de alta fructosa. Estas azúcares “ocultas” son las verdaderas culpables de los efectos negativos del azúcar en la salud. Al optar por alimentos dulces naturales, como dátiles, azúcar de coco o jarabe de arce, se puede satisfacer el antojo de una manera más saludable sin engañar al cerebro.
¿SON LOS EDULCORANTES UNA SOLUCIÓN REAL?
La creciente popularidad de los edulcorantes ha llevado a muchas personas a creer que son la solución ideal para mantener una dieta baja en calorías. Sin embargo, las advertencias de expertos como Monroy sugieren que estos sustitutos pueden estar haciendo más daño que bien. La falta de calorías que aportan puede ser contraproducente, provocando que el cuerpo busque más energía en otros alimentos, lo que a la larga podría llevar a un mayor consumo calórico.
En lugar de centrarse únicamente en reducir las calorías, Monroy insta a sus seguidores a considerar la calidad de los alimentos que consumen. Los azúcares naturales, consumidos en su justa medida, pueden ser una mejor alternativa para aquellos que buscan una alimentación equilibrada y sostenible a largo plazo. El truco está en moderar las cantidades y ser conscientes de los ingredientes que se eligen.
LA CLAVE ESTÁ EN EL BALANCE
Al final del día, Monroy resalta que ni el azúcar ni los edulcorantes son el enemigo si se consumen con moderación y sabiduría. Mientras que los edulcorantes pueden engañar al cerebro y desencadenar una serie de problemas relacionados con el hambre, el azúcar, consumido de manera consciente y en formas naturales, puede formar parte de una dieta saludable. La clave está en evitar los excesos y en conocer los productos que se consumen diariamente.
¿QUÉ TE PARECE?
¿Alguna vez has considerado dejar de consumir azúcar a favor de los edulcorantes? ¿Qué opinas sobre los efectos de los edulcorantes en el cerebro? ¿Crees que los azúcares naturales son una mejor opción que los edulcorantes artificiales? ¿Cuánto azúcar consumes al día y lo consideras saludable? ¿Qué alternativas dulces has encontrado que te funcionen mejor en tu alimentación? Déjanos tus comentarios y comparte tu experiencia con nosotros. ¡Te leemos!
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com con información eluniverso.com
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