El secreto de por qué las venas se ven azules aunque la sangre sea roja3 min read

Es habitual oír que las venas son verdes o azules, incluso solemos elegir los tonos que más nos favorecen, dependiendo de este color. Pero, ¿por qué tienen una coloración diferente si la sangre es roja? Aunque se dice que la sangre pobre en oxígeno es azul, ¿qué tan cierto es esto?

Nuestro sistema circulatorio está lleno de venas, arterias y capilares por los que circula la sangre de todo el cuerpo. Según especialistas del Instituto Médico Cleveland Clinic, las arterias llevan sangre oxigenada de color rojo vivo desde el corazón al resto del cuerpo.

Por otro lado, las venas son las que se encargan de transportar sangre roja, la cual es más oscura y desoxigenada, que vuelve al corazón para empezar de nuevo el proceso de circulación sanguínea. Ante esto, surge la duda de si la sangre sigue siendo roja, ¿por qué las venas suelen verse de color verde o azul?

El efecto óptico es una de las principales razones por las que las venas se ven de otro color. ¡Así como lo lees! Según un artículo publicado por el sitio ResearchGate, las venas se ven de color azul o incluso verde debido a la forma en que la luz interactúa con nuestra piel y la sangre que fluye por dentro de las venas.

La luz blanca, que es una mezcla de colores, tiene diferentes longitudes de onda. El color rojo tiene ondas más largas que pueden penetrar más profundo en la piel, mientras que el azul tiene ondas más cortas que no llegan tan lejos debajo de la superficie de la piel.

Cuando la luz incide en la piel, las ondas rojas son absorbidas por la hemoglobina de la sangre que fluye por las venas, y esto tiñe la sangre de un color rojo. Sin embargo, las ondas azules no pueden penetrar tan profundo, por lo que no son absorbidas de la misma forma. Esto hace que las venas parezcan tener un color azul o incluso verdoso cuando las miramos desde la superficie de la piel.

La sangre es roja debido a una proteína llamada hemoglobina que se encuentra en nuestros glóbulos rojos. La hemoglobina contiene un poco de hierro en su estructura. Este hierro actúa como un espejo para la luz roja, lo que significa que refleja ese color. Como resultado, cuando miramos nuestra sangre, la vemos roja.

Sin embargo, el tono exacto de rojo puede variar dependiendo de cuánto oxígeno lleve la sangre en ese momento, puede ser un rojo más vivo o un rojo más oscuro.

Cuando la sangre recoge oxígeno en los pulmones, se vuelve de un rojo cereza vivo. Luego, mientras viaja a través de nuestras arterias y llega a los tejidos en todo el cuerpo, ese color puede cambiar un poco. Pero en esencia, la sangre siempre tiene esa base de rojo debido a la hemoglobina y su relación con el hierro.

¿Te has fijado alguna vez en el color de tus venas? ¿Sabías que la sangre siempre es roja, independientemente del oxígeno que lleve? ¿Qué otros efectos ópticos conoces relacionados con la luz y el color? Déjanos tus comentarios y comparte este artículo con tus amigos.

Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.

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