Seguramente has escuchado muchas veces que lo que comes es muy importante para tu salud, y que debes seguir una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables. Pero ¿sabías que también hay otro factor que influye en tu bienestar y que no tiene que ver con lo que comes, sino con cómo lo comes? Se trata de la velocidad con la que comes, un aspecto que suele pasar desapercibido pero que tiene un gran impacto en tu salud.
Comer rápido o lento puede cambiar la forma en la que tu cuerpo procesa los nutrientes, regula el apetito y previene enfermedades. En este artículo te explicamos por qué y cómo puedes mejorar tu ritmo de alimentación.
CÓMO AFECTA LA VELOCIDAD A LA QUE COMES A TU SALUD
La velocidad a la que comes afecta a tu salud de varias maneras, según diversos estudios científicos. Estas son algunas de las consecuencias de comer rápido o lento:
- Comer rápido puede provocar sobrepeso y obesidad, ya que se consumen más calorías de las necesarias al no dar tiempo a las señales de saciedad de llegar al cerebro. Además, se favorece la acumulación de grasa abdominal y el aumento del colesterol LDL (el llamado “malo”).
- Comer lento puede ayudar a controlar el peso y a mejorar la digestión, ya que se mastica mejor la comida y se facilita la absorción de los nutrientes. También se estimula la liberación de hormonas que reducen el hambre y aumentan la sensación de plenitud.
- Comer rápido puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, ya que se produce un pico de glucosa en sangre que puede alterar la sensibilidad a la insulina. También se puede generar estrés oxidativo e inflamación crónica, que son factores asociados a esta enfermedad.
- Comer lento puede prevenir la diabetes tipo 2, ya que se modera la respuesta glucémica y se mejora la tolerancia a la glucosa. También se puede reducir el estrés oxidativo y la inflamación crónica, que son factores asociados a esta enfermedad.
CÓMO MEJORAR TU RITMO DE ALIMENTACIÓN
Como ves, comer rápido o lento puede tener efectos muy diferentes en tu salud. Por eso, es importante que adoptes unos hábitos saludables que te permitan comer a un ritmo adecuado. Estos son algunos consejos que te pueden ayudar:
- Dedica al menos 20 minutos a cada comida, sin distracciones como la televisión, el celular o el ordenador. Así podrás concentrarte en lo que comes y disfrutar de los sabores y las texturas.
- Mastica bien cada bocado, al menos unas 20 veces, antes de tragarlo. Así facilitarás la digestión y evitarás comer más de lo necesario.
- Usa cubiertos pequeños o palillos chinos para comer. Así tomarás porciones más pequeñas y te obligarás a comer más despacio.
- Bebe agua entre bocados para hidratarte y llenar tu estómago. Así reducirás el apetito y evitarás comer en exceso.
- Come con compañía siempre que puedas. Así podrás conversar y hacer pausas entre bocados. Además, compartir la comida es una forma de socializar y mejorar el ánimo.
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Para terminar, te hacemos dos preguntas para conocer tu opinión:
¿A qué velocidad sueles comer? ¿Crees que es adecuada o necesitas mejorarla? ¿Qué beneficios crees que tiene comer despacio para tu salud y tu calidad de vida? ¿Qué dificultades encuentras para hacerlo?
Esperamos tus respuestas. ¡Hasta pronto!
Redacción de rdndigital.com
Con información de elnacional.com
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