Las costillas asadas son un plato delicioso y muy popular, especialmente en las épocas de verano y de parrilladas. Sin embargo, no siempre es fácil conseguir que las costillas queden jugosas, tiernas y en su punto. A veces quedan secas, duras o quemadas, lo que arruina el sabor y la experiencia. ¿Qué hacer para evitarlo? En este artículo te revelamos el secreto para hacer unas costillas asadas de ensueño, con cinco tips que te sorprenderán.
ELIGE BIEN LAS COSTILLAS
El primer paso para hacer unas costillas asadas de ensueño es elegir bien las costillas. No todas las costillas son iguales, ni todas sirven para asar. Hay que tener en cuenta el tipo de carne, el corte y la calidad.
El tipo de carne depende del animal del que provienen las costillas. Las más comunes son las de cerdo, las de ternera y las de cordero. Cada una tiene sus características y su sabor, así que puedes elegir la que más te guste o la que mejor se adapte a tu receta.
El corte se refiere a la forma y el tamaño de las costillas. Hay cortes más gruesos y otros más finos, más largos o más cortos, más curvos o más rectos. Lo ideal es elegir un corte uniforme, que tenga un buen equilibrio entre carne y hueso, y que no sea ni muy grande ni muy pequeño.
La calidad se refiere a la frescura y la procedencia de las costillas. Lo mejor es comprar las costillas en una carnicería de confianza, donde te puedan asesorar sobre el origen y la fecha de sacrificio del animal. También puedes optar por carnes ecológicas o con certificados de calidad.
MARINA LAS COSTILLAS
El segundo paso para hacer unas costillas asadas de ensueño es marinar las costillas. El marinado es un proceso que consiste en sumergir las costillas en una mezcla líquida con especias, hierbas, vinagre, vino, salsa o jugo. El objetivo es darle sabor a la carne y ablandarla.
El marinado se puede hacer de muchas formas, según los ingredientes que se usen y el tiempo que se deje reposar. Lo importante es cubrir bien las costillas con el líquido y dejarlas en un recipiente tapado en la nevera durante al menos unas horas o toda la noche.
El marinado le dará a las costillas un toque especial y único, según tu gusto y creatividad. Puedes usar desde los clásicos ajo, sal, pimienta y limón, hasta los más exóticos como salsa barbacoa, miel, mostaza o soja.
PRECALIENTA EL HORNO O LA PARRILLA
El tercer paso para hacer unas costillas asadas de ensueño es precalentar el horno o la parrilla. El precalentamiento es fundamental para conseguir una cocción uniforme y evitar que las costillas se quemen por fuera y queden crudas por dentro.
El precalentamiento consiste en encender el horno o la parrilla unos minutos antes de poner las costillas, para que alcancen la temperatura adecuada. La temperatura ideal depende del tipo de cocción que quieras darle a las costillas: si quieres que queden más jugosas y tiernas, debes usar una temperatura baja (entre 150 y 180 grados centígrados); si quieres que queden más doradas y crujientes, debes usar una temperatura alta (entre 200 y 250 grados centígrados).
El precalentamiento también te ayudará a ahorrar tiempo y energía, ya que reducirás el tiempo de cocción y evitarás abrir el horno o la parrilla innecesariamente.
COLOCA LAS COSTILLAS EN UNA BANDEJA O EN UNA REJILLA
El cuarto paso para hacer unas costillas asadas de ensueño es colocar las costillas en una bandeja o en una rejilla. La bandeja o la rejilla son los utensilios donde pondrás las costillas para meterlas en el horno o en la parrilla. La elección de uno u otro dependerá de tu preferencia y de la cantidad de jugo que quieras conservar.
La bandeja es un recipiente plano y hondo, donde las costillas quedarán sumergidas en el jugo que suelten durante la cocción. Te permitirá recoger el jugo y usarlo para hacer una salsa o para regar las costillas de vez en cuando. La bandeja también evitará que el jugo se derrame y ensucie el horno o la parrilla.
La rejilla es una estructura metálica con agujeros, donde las costillas quedarán elevadas y separadas del jugo que suelten durante la cocción. Te permitirá que el aire circule alrededor de las costillas y que se doren por todos lados. La rejilla también evitará que las costillas se empapen en el jugo y pierdan su textura.
VIGILA EL TIEMPO Y EL PUNTO DE LAS COSTILLAS
El quinto y último paso para hacer unas costillas asadas de ensueño es vigilar el tiempo y el punto de las costillas. El tiempo y el punto son los factores que determinarán el grado de cocción y de ternura de las costillas. Dependerán del tipo de carne, del corte, del grosor, de la temperatura y de tu gusto personal.
El tiempo es el período que debes dejar las costillas en el horno o en la parrilla para que se cocinen. El tiempo puede variar desde unos 20 minutos hasta unas 2 horas, según los criterios mencionados. Lo recomendable es usar un termómetro de carne para medir la temperatura interna de las costillas y asegurarte de que estén bien hechas.
El punto es el nivel de jugosidad y de rosado que quieres que tengan las costillas. El punto puede ser desde muy hecho (sin nada de rosado) hasta poco hecho (con mucho rosado). Lo ideal es que las costillas tengan un punto medio, con un poco de rosado y mucho jugo.
¿Y TÚ QUE OPINAS?
Esperamos que este artículo te haya sido útil y que hayas aprendido cómo hacer unas costillas asadas de ensueño con estos cinco tips. Recuerda que si tienes alguna duda o consulta, debes acudir al chef o al especialista para que te orienten sobre el proceso.
Y tú, ¿te gustan las costillas asadas? ¿Qué trucos usas para que queden jugosas y en su punto? ¿Conoces alguna otra receta o consejo para preparar unas costillas asadas de ensueño? Déjanos tus comentarios y comparte tu experiencia con nosotros. ¡Nos encantaría saber de ti!
Esperamos tus respuestas. ¡Hasta pronto!
Redacción de rdndigital.com
Con información de noticialdia.com
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