¿Conoces los increíbles beneficios del agua con gas para le cerebro? Además, no solo es más refrescante y apetecible que el agua normal, sino que también tiene propiedades que te ayudan a cuidar tu digestión.
El agua con gas es agua con ácido carbónico disuelto, lo que le da ese sabor ligeramente amargo y esa efervescencia tan característica. Y como el agua natural, existen diferentes tipos según su composición mineral: carbonatadas, cálcicas, sulfatadas, magnésicas, sódicas o cloruradas.
Pero lo que hace especial al agua con gas es que su concentración de minerales parece ser superior al normal, lo que la convierte en una bebida muy hidratante y nutritiva.
¿POR QUÉ EL AGUA CON GAS ES BUENA PARA EL CEREBRO?
El cerebro es el órgano más importante de nuestro cuerpo y necesita estar bien hidratado y nutrido para funcionar correctamente. El agua con gas puede aportarle los minerales que necesita para mantenerse sano y joven durante más tiempo.
Según una investigación del University College de Londres (UCL), las personas que beben agua con gas con regularidad tienen un cerebro 15 centímetros cúbicos más grande, lo que equivale a retrasar su envejecimiento entre tres y seis años.
Además, el agua con gas mejora el estado de ánimo, la concentración, la creatividad y el rendimiento cognitivo. También reduce la presión arterial, el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el nivel de cortisol, la hormona del estrés.
¿POR QUÉ EL AGUA CON GAS ES BUENA PARA LA DIGESTIÓN?
El agua con gas también tiene beneficios para la función digestiva o gastrointestinal. Varios estudios sugieren que el agua con gas mejora la deglución, alivia la dispepsia (malestar estomacal), reduce el estreñimiento y produce la sensación de saciedad.
Estos efectos se deben a la acción del ácido carbónico, que estimula los receptores del gusto y las terminaciones nerviosas del estómago. Así se facilita la digestión y se regula el apetito.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el agua con gas también puede provocar distensión abdominal y molestias gástricas en algunas personas, especialmente si se consume en exceso o junto con comidas pesadas.
¿CÓMO BEBER EL AGUA CON GAS DE FORMA CORRECTA?
No todas las aguas con gas son iguales ni tienen los mismos beneficios. Para aprovechar al máximo esta bebida, hay que seguir algunas recomendaciones como:
- Elegir un tipo de agua con gas adecuado a nuestras necesidades y preferencias. Por ejemplo, si tenemos hipertensión o retención de líquidos, es mejor evitar las aguas sódicas o cloruradas.
- Beber el agua con gas fría o a temperatura ambiente, nunca caliente ni helada.
- Beber el agua con gas entre comidas o antes de comer, nunca durante ni después de comer.
- Beber el agua con gas con moderación, sin exceder los dos litros al día.
- Alternar el consumo de agua con gas con el de agua natural o infusiones.
Si sigues estos consejos, podrás disfrutar de una bebida saludable y refrescante que te ayudará a tener un cerebro más joven y sano durante más tiempo.
¿QUÉ RELACIÓN TIENE EL AGUA CON GAS CON LA DEMENCIA?
Si bien el beber agua con gas puede retrasar que se encoja el cerebro como pasa de forma natural con la edad, no está claro su papel en ayudar a prevenir enfermedades como el Alzheimer.
La salud general del cerebro es importante para protegerlo contra la demencia, y esta enfermedad está relacionada con los trastornos del sueño.
Los investigadores sugieren que dormir mal daña el cerebro con el tiempo al provocar inflamación y afectar a las conexiones entre las células cerebrales.
Por eso, además de beber agua con gas, es importante llevar un estilo de vida saludable que incluya una buena alimentación, ejercicio físico y un descanso adecuado.
¿CÓMO ENCONTRARON ESTA BEBIDA?
El agua con gas se conoce desde hace siglos y se ha utilizado con fines medicinales y recreativos. Los antiguos griegos y romanos ya apreciaban las propiedades de las aguas minerales naturales que brotaban de fuentes termales.
En el siglo XVIII, el científico inglés Joseph Priestley inventó un método para producir agua con gas artificialmente, al mezclar agua con dióxido de carbono. Así nació el agua carbonatada o soda, que se popularizó en todo el mundo.
En el siglo XX, se descubrieron los beneficios del agua con gas para la salud gracias a estudios epidemiológicos que relacionaron su consumo con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y digestivas.
En la actualidad, el agua con gas es una bebida muy demandada por los consumidores que buscan alternativas saludables y refrescantes al agua normal o a los refrescos azucarados.
CONCLUSIÓN
El agua con gas es una bebida muy hidratante y nutritiva que puede ayudarte a tener un cerebro más grande y saludable durante más tiempo. Según una investigación del University College de Londres (UCL), las personas que beben agua con gas con regularidad tienen un cerebro 15 centímetros cúbicos más grande, lo que equivale a retrasar su envejecimiento entre tres y seis años. Pero no solo eso, el agua con gas también mejora la digestión, el estado de ánimo y la presión arterial. Eso sí, hay que beberla con moderación y siguiendo algunas recomendaciones para evitar efectos adversos. ¿Qué opinas de esta bebida? ¿Te animas a probarla?
Redacción de rdndigital.com
Con información de elnacional.com
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