
El 17 de enero, el canciller Yván Gil anunció que Venezuela tiene las puertas abiertas para los migrantes, argumentando que la economía del país está en una fase de crecimiento. Según Nicolás Maduro, el país experimentó un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de más del 9% en 2024 y una inflación que finalizó en 48%. Sin embargo, economistas han cuestionado estas cifras, afirmando que el crecimiento se presenta de manera tímida, considerando la drástica caída que ha tenido la economía nacional desde 2013. El panorama no es tan optimista como lo pintan las autoridades, y es crucial analizar las realidades detrás de los datos presentados.
El canciller Gil defendió que, a pesar de las “medidas coercitivas unilaterales”, la economía venezolana se mantiene en una tendencia positiva y está lista para recibir a aquellos que han decidido regresar tras haber migrado debido a lo que él denomina “bloqueo imperialista”. Sin embargo, esta invitación parece ignorar la dura realidad de que, a pesar de cualquier señal de recuperación, Venezuela sigue enfrentando serias dificultades. El país tiene el salario mínimo más bajo de la región y enfrenta la segunda inflación más alta de América Latina, lo que complica aún más el retorno de migrantes.
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Los datos proporcionados por la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (Plataforma R4V) reflejan la magnitud de la crisis migratoria. Hasta diciembre, se contabilizan 7.891.241 refugiados y migrantes venezolanos en todo el mundo, de los cuales 6.702.332 se encuentran en América Latina y el Caribe. La situación está lejos de ser óptima para aquellos que piensan en regresar, lo que genera incertidumbre sobre el futuro económico y social del país.
CUANTIFICANDO EL CRECIMIENTO Y LA INFLACIÓN DE LA ECONOMÍA DE VENEZUELA
De acuerdo con las afirmaciones de Maduro, el crecimiento del PIB en 2024 fue del 9%, aunque el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) estima que en realidad fue de un modesto 3.9%. Este crecimiento se atribuye en gran medida a la producción de petróleo, específicamente a la licencia otorgada a Chevron. Aunque las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sugieren que Venezuela podría cerrar el 2024 a la cabeza en crecimiento regional, es fundamental considerar que este crecimiento aún es insuficiente para revertir la caída histórica del PIB que ha sufrido el país en la última década.
A pesar de que la inflación reportada por Maduro es la más baja en 12 años, este 48% contrasta fuertemente con el 85% que calcula el OVF. Aunque Venezuela no tiene la inflación más alta de la región, sigue siendo un índice preocupante en comparación con muchas naciones que mantienen tasas de inflación de un solo dígito. La lucha diaria contra el aumento de precios es una realidad constante para los venezolanos, lo que complica aún más cualquier intento de estabilizar la economía.
El salario mínimo en Venezuela, que se mantiene desde marzo de 2022 en 130 bolívares, ha visto una drástica devaluación en su valor real. Lo que en su momento equivalía a 30 dólares, hoy se traduce en apenas 2.5 dólares. La implementación de un “salario integral indexado” por parte del gobierno de Maduro no ha mejorado la situación, y los trabajadores se enfrentan a un contexto en el que sus ingresos son insuficientes para cubrir necesidades básicas.
UNA ECONOMÍA SIN CRÉDITO Y CON ALTO RIESGO
Una característica notable de la economía venezolana es la falta de acceso al crédito, un factor que limita el crecimiento económico. El gobierno ha aplicado políticas monetarias que han elevado el encaje legal, un mecanismo que restringe la capacidad de los bancos para ofrecer créditos. En 2018, el encaje se encontraba en el 100% y actualmente se sitúa en un 73%, un nivel aún demasiado alto. El economista José Manuel Puente señala que esta situación crea grandes obstáculos para el crecimiento, ya que los ciudadanos deben pagar en efectivo o recurrir a préstamos en dólares, lo que limita el acceso a bienes y servicios.
La inestabilidad política del país también ha contribuido a la crisis económica. Las elecciones presidenciales del 28 de julio, que resultaron en la reelección de Maduro, han generado controversia y desconfianza tanto a nivel nacional como internacional. Esta falta de legitimidad ha llevado a que muchas naciones no reconozcan al gobierno actual, afectando aún más la percepción del riesgo país. Puente destaca que Venezuela enfrenta el riesgo país más alto del mundo, lo que complica aún más la atracción de inversiones y la mejora de la economía.
La combinación de recesión, inflación y la caída del poder adquisitivo de los salarios ha dejado a Venezuela en una situación crítica. Las condiciones actuales no parecen propicias para el regreso masivo de los migrantes que han dejado el país en busca de mejores oportunidades. A pesar de que algunos podrían considerar regresar, la falta de razones estructurales para pensar que la economía se recuperará en el corto plazo genera un ambiente de incertidumbre.
¿QUÉ OPINAS DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA ECONOMÍA DE VENEZUELA?
¿Qué opinas sobre las cifras de crecimiento en la economía de Venezuela presentadas por el gobierno? ¿Crees que las condiciones actuales en Venezuela son propicias para el regreso de migrantes? ¿Cuál consideras que es el principal obstáculo para la recuperación económica del país? ¿Cómo impacta la crisis política en la percepción internacional sobre Venezuela? ¿Qué medidas crees que deberían implementarse para mejorar la situación económica del país? Déjanos tus comentarios y comparte tu opinión con nosotros. ¡Te leemos!
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com con información de elpitazo.net
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