¡La orexina! Así decide tu cerebro entre ejercicio o comida5 min read

La falta de ejercicio físico, tanto en adultos como en adolescentes, es un problema de salud pública a nivel global, con graves consecuencias como el aumento de la obesidad. Sin embargo, lo que pocos saben es que la decisión de hacer ejercicio o sucumbir a la tentación de no hacerlo podría estar influenciada por una sustancia química en nuestro cerebro llamada orexina. Esta sustancia, producida por neuronas específicas, juega un papel crucial en la decisión de optar por una actividad física o ceder ante otras distracciones.

Un experimento reciente realizado en ratones por investigadores de la ETH de Zúrich, en Suiza, ha revelado que la orexina podría ser la clave para entender cómo nuestro cerebro decide entre moverse o permanecer inactivo. Si estos hallazgos se confirman en humanos, podríamos estar ante una estrategia revolucionaria para fomentar la actividad física y combatir la epidemia de sedentarismo.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de los adolescentes y el 27% de los adultos en el mundo no realizan suficiente ejercicio físico, lo que ha contribuido al alarmante aumento de la obesidad. Estos nuevos descubrimientos ofrecen una posible explicación de por qué algunas personas logran superar las tentaciones y mantenerse activas, mientras que otras no.

La orexina es una de las más de cien sustancias mensajeras que nuestro cerebro utiliza para regular diversas funciones, similares a la serotonina o la dopamina. Sin embargo, la orexina fue descubierta relativamente tarde, hace unos 25 años, y los científicos están apenas comenzando a desentrañar su papel exacto en la motivación y la toma de decisiones.

Denis Burdakov, catedrático de Neurociencia en la ETH de Zúrich, explica que, aunque la dopamina es conocida por su papel en la motivación, esta no es suficiente para explicar por qué nuestro cerebro elige entre hacer ejercicio o comer, dos actividades que también generan placer. La investigación se centró en entender si la orexina podría ser la sustancia que inclina la balanza en estas decisiones.

Para investigar esto, los científicos diseñaron un experimento en el que ratones podían elegir entre ocho opciones diferentes en pruebas de diez minutos. Entre estas opciones, había una rueda para correr y una barra donde podían disfrutar de un batido con sabor a fresa. Lo interesante del experimento fue observar cómo las neuronas de orexina influían en las decisiones de los ratones.

Los resultados del experimento fueron sorprendentes. Los ratones con un sistema de orexina intacto pasaron el doble de tiempo corriendo en la rueda y menos tiempo en la barra de batidos, en comparación con aquellos ratones en los que el sistema de orexina había sido bloqueado. Esto sugiere que la orexina podría ser un factor determinante en la motivación para realizar actividad física, incluso cuando hay tentaciones alternativas disponibles.

Además, cuando los ratones solo tenían una opción, ya sea correr o disfrutar del batido, el comportamiento de ambos grupos no mostró diferencias significativas. Esto sugiere que la función principal de la orexina no es simplemente regular el movimiento o la ingesta de alimentos, sino que su papel es crucial cuando se trata de elegir entre ambas opciones. Sin la influencia de la orexina, los ratones preferían claramente el batido sobre la actividad física.

Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para entender y eventualmente tratar el sedentarismo y la obesidad en humanos. Las funciones cerebrales relacionadas con la orexina son prácticamente las mismas en humanos y ratones, lo que hace plausible que los hallazgos puedan ser aplicables a nuestra especie. Los investigadores esperan poder replicar estos resultados en estudios futuros con humanos para confirmar el papel de la orexina en la toma de decisiones relacionadas con el ejercicio.

Daria Peleg-Raibstein, coautora del estudio y también investigadora en la ETH de Zúrich, destaca que entender cómo el cerebro elige entre comer y hacer ejercicio podría ser la clave para desarrollar estrategias más efectivas para combatir la epidemia mundial de obesidad y otros trastornos metabólicos relacionados. Esta línea de investigación podría llevar al desarrollo de nuevas intervenciones que ayuden a las personas a superar las tentaciones de una vida sedentaria.

El siguiente paso en esta línea de investigación será probar si la orexina desempeña un rol similar en humanos. Si los estudios futuros confirman que esta sustancia tiene un impacto significativo en la toma de decisiones relacionadas con el ejercicio, podríamos ver el desarrollo de terapias que incrementen la actividad de la orexina, promoviendo así un estilo de vida más activo.

Además, estos hallazgos sugieren que podría ser posible manipular los niveles de orexina para mejorar la adherencia a programas de ejercicio, especialmente en personas con dificultades para mantenerse motivadas. Este enfoque podría ofrecer una solución biológica para un problema que hasta ahora ha sido abordado principalmente desde una perspectiva conductual.

¿Crees que la orexina realmente influye en tus decisiones de hacer ejercicio? ¿Has notado alguna vez cómo tu cerebro elige entre actividad física y comer? ¿Qué estrategias utilizas para mantenerte motivado a hacer ejercicio? ¿Piensas que una intervención basada en la orexina podría ayudarte a estar más activo? ¿Cómo crees que estos hallazgos podrían cambiar las recomendaciones de salud pública? Déjanos tus comentarios y comparte tu experiencia con nosotros. ¡Te leemos!

Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.

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