¿Las citas online en declive? Después de años de predominio del ‘online dating’ a través de diversas aplicaciones digitales, ha surgido un notable cambio en la forma en que las personas buscan establecer relaciones. Aunque aplicaciones como Tinder y Bumble continúan siendo populares, un creciente número de usuarios está mostrando una clara preferencia por las interacciones cara a cara. Según Trendsity, una consultora de tendencias, la fatiga emocional y mental provocada por estas plataformas ha llevado a muchos a replantearse sus opciones para conocer gente. Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity, indica que la saturación de estas aplicaciones está comenzando a afectar negativamente la experiencia de sus usuarios.
Mociulsky destaca que el uso excesivo de aplicaciones de citas ha dejado a muchos usuarios sintiéndose exhaustos y frustrados, especialmente entre la Generación Z, quienes se sienten decepcionados por la falta de conexiones reales. Las estadísticas son reveladoras: en comparación con 2014, las descargas anuales de Tinder han disminuido más de un 30%. Este cambio de comportamiento sugiere que, incluso en un mundo cada vez más digitalizado, la necesidad de interacciones humanas auténticas sigue siendo fundamental.
Además, un estudio de Global Web Index señala que, aunque más de 90 millones de personas en el mundo utilizan aplicaciones de citas, la mayoría (62%) son hombres, lo que genera una dinámica desigual en la búsqueda de relaciones. En este contexto, Mociulsky enfatiza que la frustración de las mujeres en estas plataformas ha comenzado a desencadenar un cambio hacia métodos más tradicionales de socialización.
LA CRISIS DEL ‘ONLINE DATING’
El auge del uso de aplicaciones de citas durante la pandemia ha sido seguido por una caída significativa, lo que pone de manifiesto las dificultades inherentes a este tipo de encuentros virtuales. La consultora Trendsity explica que muchos usuarios han comenzado a desconfiar de las aplicaciones, ya que los algoritmos parecen complicar aún más la búsqueda de coincidencias genuinas. Además, la presión para optar por servicios de pago dentro de estas plataformas ha generado un descontento adicional.
La salud mental también se ha visto afectada, ya que los expertos han reportado un incremento en las consultas relacionadas con problemas emocionales y adicción a estas aplicaciones. Investigaciones de la Universidad de Valencia sugieren que la experiencia de recibir un “like” o un “match” puede activar el sistema de recompensa del cerebro, generando un efecto similar al de las drogas. Esta respuesta neurotransmisora puede llevar a los usuarios a experimentar un ciclo de dependencia que se manifiesta en síntomas de abstinencia al dejar de usar estas plataformas.
El fenómeno del “unmatch” y el “ghosting” se ha convertido en una norma, lo que a menudo deja a los usuarios sintiéndose desechados y con un impacto emocional significativo. Mociulsky señala que el rechazo en este contexto puede activar circuitos cerebrales relacionados con la tristeza, contribuyendo a un aumento en la depresión y la ansiedad entre los que buscan conexiones significativas.
LA MERCANTILIZACIÓN DE LAS RELACIONES
María Victoria Gentile Gamond, directora de La Consultora, critica el enfoque mercantilista que han adoptado muchas aplicaciones de citas. Según ella, estas plataformas funcionan como un “catálogo digital”, donde las personas son tratadas como mercancías desechables. Este enfoque superficial ha llevado a que las relaciones se conviertan en interacciones efímeras, sin profundidad ni autenticidad.
Gentile también menciona que, aunque un 50% de los usuarios busca relaciones serias, el formato de las aplicaciones a menudo no favorece la creación de vínculos significativos. Además, el diseño de estas plataformas prioriza la apariencia física y el estatus, lo que puede hacer que muchos se sientan como productos en un mercado.
El psicólogo Marcelo Argüello, terapeuta especializado en relaciones, confirma que, aunque las aplicaciones siguen siendo populares, muchos usuarios prefieren buscar encuentros de manera más orgánica. Según datos de Roast Dating, un 20% usa estas plataformas para encuentros casuales, mientras que un 30% busca citas abiertas. Sin embargo, el 50% desea conexiones más serias, lo que evidencia una insatisfacción generalizada con la forma en que las aplicaciones están configuradas.
LA EMERGENCIA DE ALTERNATIVAS PRESENCIALES
En respuesta a este fenómeno, han surgido alternativas presenciales que buscan revivir la interacción cara a cara. Probablemente influenciado por el descontento con las aplicaciones, el público está redescubriendo la importancia de la socialización directa. Plataformas como Threads han creado espacios donde las personas pueden compartir sus experiencias negativas con las citas virtuales, lo que ha generado una búsqueda de interacciones más genuinas.
Iniciativas como Timeleft, que organiza cenas para conectar a personas con intereses comunes, están ganando terreno y ofreciendo oportunidades para que los individuos se conozcan en un entorno más natural. Según Mociulsky, estas experiencias “a la antigua” eliminan la presión de las aplicaciones y permiten que las personas interactúen sin la carga de expectativas digitales.
El creciente interés por actividades presenciales refleja un cambio en las preferencias de la Generación Z y otras generaciones, que anhelan encuentros auténticos a través de actividades como juegos, cenas o eventos deportivos. Esta tendencia sugiere que, a pesar de la omnipresencia de la tecnología, la necesidad de conexión humana sigue siendo primordial.
CRECE LA BÚSQUEDA DE VÍNCULOS MÁS REALES Y AUTÉNTICOS
La consultora Trendsity ha observado un incremento en la búsqueda de experiencias más auténticas entre personas de todas las generaciones. Con la creciente dependencia de la tecnología, especialmente entre los nativos digitales, existe una necesidad de reconectar físicamente y disfrutar de momentos sin dispositivos. Mociulsky resalta que la Generación Z está empezando a ver el valor de las interacciones directas y la comunicación sin mediación tecnológica.
Sin embargo, también se enfrenta a desafíos, como la ansiedad social que puede surgir al interactuar en persona. Esto indica un déficit en habilidades sociales que debe abordarse para ayudar a esta generación a desenvolverse mejor en situaciones cara a cara. Así, el camino hacia conexiones más auténticas implica un esfuerzo consciente por parte de las nuevas generaciones.
Finalmente, las aplicaciones de citas, aunque aún utilizadas, parecen estar perdiendo su relevancia a medida que las personas buscan vínculos más reales y menos superficialidad. La necesidad de experiencias enriquecedoras y relaciones significativas parece estar marcando un nuevo rumbo en la búsqueda del amor y la amistad en el año 2025.
¿QUÉ TE PARECE?
¿Has sentido agotamiento al usar aplicaciones de citas? ¿Prefieres conocer a alguien de forma presencial o virtual? ¿Qué cambios crees que deberían implementarse en las apps de citas? ¿Te gustaría participar en actividades sociales en lugar de usar apps? ¿Cuál es tu opinión sobre el impacto de las citas online en la salud mental? Déjanos tus comentarios y comparte tu experiencia con nosotros. ¡Te leemos!
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com con información de perfil.com
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