Omeprazol: el medicamento que alivia el ardor de estómago pero tiene riesgos ocultos8 min read

El omeprazol es un medicamento muy popular y utilizado para tratar las molestias causadas por el exceso de ácido en el estómago, como la gastritis, la úlcera o el reflujo. Sin embargo, su uso prolongado o inadecuado puede tener efectos secundarios graves que debes conocer. En este artículo te explicamos qué es el omeprazol, para qué sirve, cómo se toma y los efectos secundarios del omeprazol.

El omeprazol es un fármaco que pertenece al grupo de los inhibidores de la bomba de protones (IBP), que son unos medicamentos que bloquean la producción de ácido clorhídrico (HCl) por parte de las células parietales del estómago. Estas células son las responsables de secretar el ácido que ayuda a digerir los alimentos y a eliminar las bacterias que puedan entrar con ellos.

El omeprazol se une a las bombas de protones de las células parietales e impide que liberen los protones (H+) que forman el ácido clorhídrico. De esta manera, se reduce la acidez del estómago y se alivian los síntomas asociados a ella, como el ardor, el dolor, la inflamación o las úlceras.

El omeprazol es un fármaco racémico, es decir, que tiene dos formas químicas diferentes llamadas enantiómeros: el (S)-omeprazol y el ®-omeprazol. El primero es el que tiene la actividad farmacológica, mientras que el segundo es inactivo. El omeprazol se metaboliza en el hígado y se elimina por la orina. Y también el omeprazol tiene efectos secundarios

El omeprazol está indicado para el tratamiento de diversas enfermedades relacionadas con la acidez gástrica, tanto en adultos como en niños. Algunas de estas enfermedades son:

• Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE): se produce cuando el ácido del estómago sube al esófago y causa irritación e inflamación. Los síntomas más comunes son el ardor de estómago, la regurgitación, la tos y la dificultad para tragar.
• Úlcera péptica: se produce cuando el ácido del estómago erosiona la mucosa que protege el estómago o el duodeno (la primera parte del intestino delgado). Los síntomas más comunes son el dolor abdominal, la pérdida de apetito, la náusea y el vómito.
• Infección por Helicobacter pylori: se trata de una bacteria que puede colonizar el estómago y causar inflamación, úlceras y cáncer gástrico. El tratamiento consiste en una combinación de antibióticos y un IBP como el omeprazol para erradicar la bacteria y favorecer la cicatrización.
• Síndrome de Zollinger-Ellison: se trata de un tumor raro que produce una hormona llamada gastrina, que estimula la secreción de ácido por parte del estómago. Los síntomas más comunes son el dolor abdominal, la diarrea y la pérdida de peso.
• Prevención de úlceras asociadas al uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE): se trata de unos medicamentos como el ibuprofeno o el naproxeno que pueden dañar la mucosa gástrica y causar úlceras. El omeprazol puede prevenir este efecto al reducir la acidez del estómago.
• Hemorragia digestiva alta: se produce cuando hay una rotura de un vaso sanguíneo en el estómago o en el duodeno debido a una úlcera o a una erosión. Los síntomas más comunes son el vómito con sangre o con aspecto de café molido y las heces negras o con sangre. El omeprazol puede ayudar a detener el sangrado al disminuir la acidez del estómago.

El omeprazol se presenta en forma de cápsulas o comprimidos que se deben tragar enteros con un vaso de agua, sin masticar ni romper. Se recomienda tomar el omeprazol por la mañana, antes del desayuno, y al menos media hora antes de cualquier otro medicamento. No se debe tomar el omeprazol con alimentos, ya que pueden interferir con su absorción.

La dosis y la duración del tratamiento con omeprazol dependen de la enfermedad que se quiera tratar y de la respuesta individual de cada paciente. Por lo general, las dosis habituales son:

• Para la ERGE: 20 mg una vez al día durante 4 a 8 semanas. Si los síntomas persisten o reaparecen, se puede aumentar la dosis a 40 mg una vez al día durante otras 4 a 8 semanas. Para el mantenimiento, se puede reducir la dosis a 10 mg o 20 mg una vez al día.
• Para la úlcera duodenal: 20 mg una vez al día durante 2 a 4 semanas. Si la úlcera está causada por H. pylori, se debe añadir un tratamiento con antibióticos durante 7 a 14 días.
• Para la úlcera gástrica: 20 mg una vez al día durante 4 a 8 semanas. Si la úlcera está causada por H. pylori, se debe añadir un tratamiento con antibióticos durante 7 a 14 días.
• Para el síndrome de Zollinger-Ellison: la dosis inicial es de 60 mg una vez al día, que se puede ajustar según la respuesta del paciente hasta un máximo de 120 mg tres veces al día. La duración del tratamiento depende de la evolución del tumor.
• Para la prevención de úlceras asociadas al uso de AINE: 20 mg una vez al día durante el tiempo que se tome el AINE.
• Para la hemorragia digestiva alta: se puede administrar una dosis inicial de 80 mg por vía intravenosa, seguida de una infusión continua de 8 mg por hora durante 72 horas. Después, se puede continuar con una dosis oral de 40 mg una vez al día durante 4 a 8 semanas.

En los niños, la dosis y la duración del tratamiento con omeprazol dependen de la edad, el peso y la enfermedad que se quiera tratar. Por lo general, las dosis habituales son:

• Para la ERGE: en niños mayores de 1 año y con un peso igual o superior a 10 kg, la dosis es de 10 mg una vez al día durante hasta 12 semanas. En niños mayores de 4 años y con un peso igual o superior a 20 kg, la dosis es de 20 mg una vez al día durante hasta 12 semanas.
• Para la infección por H. pylori: en niños mayores de 4 años y con un peso igual o superior a 15 kg, la dosis es de 20 mg una vez al día junto con antibióticos durante 7 a 14 días.

Este medicamento es seguro y bien tolerado por la mayoría de los pacientes. Sin embargo, como todo fármaco, el omeprazol puede tener efectos secundarios en algunas personas. Los efectos secundarios más frecuentes son:

• Dolor de cabeza.
• Náuseas.
• Diarrea.
• Estreñimiento.
• Gases.
• Dolor abdominal.
• Vómitos.
• Erupción cutánea.

Estos efectos secundarios suelen ser leves y transitorios y no requieren suspender el tratamiento. Sin embargo, si son muy molestos o persistentes, se debe consultar con el médico.

El omeprazol también puede tener efectos secundarios más graves, pero menos frecuentes, como:

Reacciones alérgicas: pueden manifestarse con síntomas como hinchazón de la cara, los labios, la lengua o la garganta, dificultad para respirar, picor o urticaria. En estos casos, se debe suspender el tratamiento y acudir al médico

Hipomagnesemia: se trata de una disminución anormal de los niveles de magnesio en la sangre, que puede causar síntomas como debilidad muscular, temblores, convulsiones, arritmias o depresión. Este efecto secundario suele ocurrir en personas que toman omeprazol por más de un año y que tienen otros factores de riesgo, como el uso de diuréticos o la malabsorción intestinal. En estos casos, se debe suspender el tratamiento y consultar con el médico.

Fracturas óseas: se trata de un aumento del riesgo de sufrir fracturas en los huesos, especialmente en la cadera, la muñeca o la columna vertebral. Este efecto secundario suele ocurrir en personas mayores de 50 años que toman omeprazol por más de un año y que tienen otros factores de riesgo, como la osteoporosis, el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol. En estos casos, se debe evaluar el beneficio y el riesgo del tratamiento y tomar medidas preventivas, como suplementos de calcio y vitamina D.

Infecciones gastrointestinales: se trata de una mayor susceptibilidad a sufrir infecciones por bacterias, virus u hongos en el estómago o en el intestino. Esto se debe a que el omeprazol reduce la acidez del estómago y altera la flora intestinal, lo que favorece el crecimiento de microorganismos patógenos. Algunas de las infecciones más comunes son la diarrea por Clostridium difficile, la gastritis por Campylobacter jejuni o la candidiasis esofágica. En estos casos, se debe suspender el tratamiento y consultar con el médico.

El omeprazol es un medicamento muy útil para tratar las enfermedades relacionadas con la acidez gástrica, pero no está exento de efectos secundarios. Por eso, se debe tomar con precaución y bajo supervisión médica. No se debe automedicar ni exceder la dosis ni la duración recomendadas. Además, se debe estar atento a cualquier síntoma o signo de alarma que pueda indicar una reacción adversa.

¿Te ha sido útil esta información? ¿Has tomado alguna vez omeprazol? ¿Has tenido algún efecto secundario? Déjanos tu comentario.

Esperamos tus respuestas. ¡Hasta pronto!

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