En el mundo de la salud y el bienestar, pocos temas generan tanta controversia como el uso de la balanza de baño. Para algunos, subirse a la báscula todos los días es una herramienta esencial para mantener el control del peso, especialmente durante un programa de dieta y ejercicio. Sin embargo, otros expertos advierten que este hábito puede desencadenar ansiedad y comportamientos poco saludables si no se interpreta correctamente el número que aparece. Por ello, muchos especialistas, incluido yo, aconsejan pesarse semanalmente, incluso cuando no se está buscando perder peso. Pero, ¿por qué esta frecuencia es la más recomendada?
Pesarse semanalmente puede ser la clave para controlar tu peso de manera efectiva y sostenible. Las investigaciones recientes respaldan esta práctica, mostrando que aquellos que se pesan regularmente tienen más éxito en mantener un peso saludable. Un análisis sistemático de varios estudios demostró que los participantes que se pesaban de manera semanal o diaria lograron perder más peso y recuperaron menos kilos en comparación con quienes evitaban la báscula. La autovigilancia, como parte de una estrategia de control de peso, es especialmente útil a medida que envejecemos, ya que nos ayuda a prevenir la acumulación gradual de peso que podría llevar a la obesidad con el tiempo.
CÓMO EL CONTROL SEMANAL DEL PESO AYUDA A EVITAR PROBLEMAS DE SALUD
El aumento gradual de peso, aunque pueda parecer inofensivo, puede conducir a problemas serios a largo plazo. Se ha observado que los adultos tienden a ganar entre 0,5 y 1 kg por año durante la mediana edad. Aunque este incremento puede parecer pequeño, con el tiempo, puede contribuir significativamente a la obesidad. Pesarse semanalmente no solo permite monitorear el peso, sino también detectar posibles problemas de salud desde el principio. Fluctuaciones drásticas de peso pueden ser indicadores de afecciones como problemas de tiroides, trastornos digestivos o diabetes, que podrían requerir atención médica inmediata.
Además de detectar cambios en nuestro peso, el pesaje semanal también nos ayuda a tomar medidas proactivas para mantener un estilo de vida saludable. Mantener un registro de nuestro peso a lo largo del tiempo nos permite identificar patrones y realizar ajustes en nuestra dieta o rutina de ejercicios antes de que el peso aumente de manera descontrolada. Este enfoque no solo es práctico, sino también menos estresante que pesarse todos los días, ya que considera las fluctuaciones normales del peso corporal, que pueden ser causadas por varios factores.
¿POR QUÉ NO DEBERÍAS OBSESIONARTE CON EL NÚMERO DE LA BÁSCULA?
Las fluctuaciones de peso son normales y no siempre reflejan cambios en la grasa corporal o en la masa muscular. Nuestro peso puede variar considerablemente a lo largo del día y de la semana debido a factores como la retención de líquidos, la ingesta de alimentos, el ejercicio y los cambios hormonales. Por ejemplo, consumir una comida rica en carbohidratos o en sal puede hacer que retengamos más agua, aumentando temporalmente el peso corporal. Del mismo modo, el ejercicio intenso puede provocar una pérdida temporal de peso debido a la sudoración. Estas fluctuaciones no deberían ser motivo de preocupación, pero pueden llevar a la frustración si nos pesamos con demasiada frecuencia.
Pesarse todos los días puede llevar a una obsesión poco saludable con el número en la báscula, lo que puede resultar contraproducente. Esta preocupación excesiva puede llevar a comportamientos dañinos, como la restricción excesiva de calorías o la adopción de dietas de moda que prometen resultados rápidos pero insostenibles. Las dietas extremas no solo son difíciles de mantener, sino que también pueden conducir al efecto contrario, provocando un aumento de peso a largo plazo. Un estudio a largo plazo en más de 4,000 gemelos encontró que aquellos que hacían dietas estrictas eran más propensos a tener sobrepeso en el futuro, lo que sugiere que la pérdida de peso rápida y drástica no es la solución.
EL PESAJE SEMANAL: UNA ESTRATEGIA EFICAZ Y SOSTENIBLE
Para evitar caer en la trampa de la obsesión con la balanza, es recomendable optar por pesarse una vez a la semana. Esta frecuencia proporciona una visión más precisa de las tendencias de peso a lo largo del tiempo, sin las distracciones de las fluctuaciones diarias. Lo ideal es establecer una rutina, pesándose siempre el mismo día de la semana, a la misma hora y en las mismas condiciones. Por ejemplo, los viernes por la mañana, antes de comer o beber, y después de ir al baño. De esta manera, se puede obtener una lectura más consistente que refleje verdaderamente los cambios en el peso.
Además, es importante usar una báscula de buena calidad y asegurarse de que esté correctamente calibrada. Cambiar las pilas regularmente y verificar la precisión de la báscula con un peso conocido, como una pesa de gimnasio, puede garantizar que las mediciones sean precisas. Pero, más allá del número en la báscula, es fundamental recordar que la salud es más que solo un peso. Cómo nos sentimos, tanto física como emocionalmente, y cómo nos queda la ropa, son indicadores igualmente importantes de nuestro bienestar general.
¿QUÉ TE PARECE PESARSE SEMANALMENTE?
¿Cuántas veces a la semana te pesas actualmente? ¿Te has sentido frustrado por las fluctuaciones diarias en tu peso? ¿Qué cambios has notado en tu cuerpo al pesarte semanalmente? ¿Crees que pesarse diariamente puede ser perjudicial para la salud mental? ¿Cuáles son tus estrategias para mantener un peso saludable sin obsesionarte con la báscula? Déjanos tus comentarios y comparte tu experiencia con nosotros. ¡Te leemos!
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com con información de eldiariony.com
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