Te truena la mandíbula cuando abres o cierras la boca y no sabes por qué. Tal vez sientes dolor o incomodidad al masticar o hablar. O quizás notas que tu mordida está torcida o tus dientes están flojos. Si te identificas con alguna de estas situaciones, puede que tengas un problema en la articulación temporomandibular (ATM), la que une la mandíbula con el cráneo.
La ATM es una articulación compleja que permite el movimiento de la mandíbula en diferentes direcciones. Cuando esta articulación se desajusta o se desencaja, se produce un sonido o un chasquido al moverla. Esto se debe a que el disco de cartílago que amortigua el roce entre los huesos se sale de su lugar y provoca un ruido al desplazarse.
La mandíbula desencajada es una afección que puede tener varias causas y consecuencias. Puede ser producto de un golpe, una apertura excesiva de la boca, una debilidad de los ligamentos o un hábito de apretar o rechinar los dientes. Puede causar dolor, inflamación, sangrado, dificultad para masticar o hablar, y alteraciones en la mordida o los dientes.
En este artículo te explicamos qué hacer si te truena la mandíbula, cómo reconocer los síntomas, cómo prevenir el problema y qué tratamientos existen. También te damos algunos consejos para cuidar tu salud bucal y evitar complicaciones.
CÓMO SABER SI TIENES LA MANDÍBULA DESENCAJADA
El primer síntoma de que tienes la mandíbula desencajada es el sonido o el chasquido que escuchas al abrir o cerrar la boca. Este sonido puede ir acompañado o no de dolor, dependiendo del grado de inflamación o irritación de la articulación.
El sonido puede variar según la severidad del problema. Al principio puede ser un “click” suave y ocasional, pero si no se trata a tiempo puede convertirse en un “crack” fuerte y frecuente. Incluso puede llegar a sentirse como si tuvieras arena o vidrios en la articulación.
Además del sonido, hay otros síntomas que pueden indicarte que tienes la mandíbula desencajada. Estos son:
- Dolor facial o mandibular.
- Hinchazón y moretones faciales.
- Sensación de rigidez en la mandíbula.
- Sangrado oral.
- Dificultad para masticar.
- No poder abrir o cerrar la boca correctamente.
- Mordida torcida.
- Dificultad para hablar o pronunciar.
- Dientes flojos o dañados.
Si presentas alguno de estos síntomas, debes acudir a un especialista lo antes posible para que te examine y te diagnostique. El especialista puede ser un dentista, un cirujano maxilofacial o un otorrinolaringólogo.
QUÉ HACER PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA
El tratamiento de la mandíbula desencajada dependerá de la causa y la gravedad del problema. El objetivo es reducir la luxación, aliviar el dolor y prevenir las complicaciones. Algunas de las opciones de tratamiento son:
- Reducción manual: Consiste en colocar la mandíbula en su posición normal mediante una presión suave y controlada. Se suele hacer con anestesia local o sedación. Es el método más rápido y efectivo para solucionar el problema.
- Inyección de bótox: Consiste en inyectar toxina botulínica en los músculos de la mandíbula para relajarlos y evitar que se desencajen. Es una opción para los casos crónicos o recurrentes que no responden a otros tratamientos.
- Cirugía: Consiste en reparar los ligamentos, los tendones o el disco de la articulación mediante una intervención quirúrgica. Se reserva para los casos más severos o complicados que no se solucionan con otros métodos.
- Medicamentos: Consisten en tomar analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares para aliviar el dolor y la inflamación de la articulación. Se pueden usar como complemento a otros tratamientos o como primeros auxilios.
- Remedios caseros: Consisten en aplicar hielo o calor en la zona afectada, hacer masajes suaves, evitar abrir mucho la boca o comer alimentos duros, y practicar ejercicios de relajación. Son medidas que pueden ayudar a calmar los síntomas y a prevenir las recaídas.
CÓMO PREVENIR LA MANDÍBULA DESENCAJADA
La mandíbula desencajada es una afección que puede empeorar si no se trata a tiempo. Por eso, es importante prevenir el problema y cuidar tu salud bucal. Algunas recomendaciones para prevenir la mandíbula desencajada son:
- Evitar los golpes o traumatismos en la cara o la mandíbula.
- Evitar abrir demasiado la boca al bostezar, reír o vomitar.
- Evitar apretar o rechinar los dientes, ya sea por estrés o por hábito.
- Usar una férula dental si sufres de bruxismo o si tienes una mala mordida.
- Visitar al dentista regularmente para revisar tu dentadura y tu articulación.
- Hacer ejercicios de estiramiento y relajación de la mandíbula.
- Mantener una buena higiene bucal y una dieta equilibrada.
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Ahora ya sabes qué hacer si te truena la mandíbula, cómo reconocer los síntomas, cómo solucionar el problema y cómo prevenirlo. ¿Te ha sido útil esta información? ¿Has sufrido alguna vez de mandíbula desencajada? ¿Qué tratamiento te ha funcionado mejor? Déjanos tu comentario al final del artículo.
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Redacción de rdndigital.com
Con información de salud180.com
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