La gripe es una infección respiratoria causada por un virus que se transmite fácilmente de persona a persona. Los síntomas más comunes son fiebre, tos, dolor de garganta, dolor muscular, dolor de cabeza y malestar general. Aunque se trata de una enfermedad molesta, en la mayoría de los casos se cura sola en una o dos semanas con medidas de cuidado y prevención. Sin embargo, muchas personas creen que los antibióticos son la solución para la gripe y los toman sin prescripción médica, pensando que así se recuperarán más rápido y evitarán complicaciones. Esto es un grave error que puede tener consecuencias negativas para la salud individual y colectiva.
LOS ANTIBIÓTICOS NO SIRVEN PARA LA GRIPE
Los antibióticos son medicamentos que combaten las infecciones causadas por bacterias, pero no tienen ningún efecto sobre los virus, que son los responsables de la gripe y otras enfermedades respiratorias como el resfriado o la bronquitis. Por lo tanto, tomar antibióticos para la gripe no solo es inútil, sino que también puede ser perjudicial.
Según la enciclopedia médica MedlinePlus, el uso excesivo de antibióticos puede tener los siguientes efectos negativos:
- Matar a las bacterias normales (“saludables”) que viven en el cuerpo. Esto puede causar náuseas, diarrea, candidiasis vaginal y alteración de la flora intestinal.
- Aumentar el riesgo de infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos. Esto significa que los antibióticos dejarán de funcionar cuando se necesiten para tratar una infección real y más grave.
- Poner en riesgo de una reacción alérgica. Los antibióticos pueden causar erupciones, picazón, hinchazón, dificultad para respirar y anafilaxia, una reacción grave que puede poner en peligro la vida.
CÓMO TRATAR LA GRIPE DE FORMA ADECUADA
La gripe es una enfermedad que suele curarse por sí sola en una o dos semanas, siempre que se sigan unas medidas de cuidado y prevención. Estas medidas son las siguientes:
- Reposar lo suficiente y evitar el esfuerzo físico.
- Beber mucho líquido para mantenerse hidratado y evitar la deshidratación.
- Tomar analgésicos y antipiréticos para aliviar el dolor y la fiebre, como el paracetamol o el ibuprofeno. No se deben tomar aspirinas, especialmente en niños y adolescentes, ya que pueden causar el síndrome de Reye, una enfermedad rara pero grave que afecta al cerebro y al hígado.
- Usar descongestionantes nasales para aliviar la congestión nasal, siempre bajo supervisión médica y siguiendo las indicaciones del prospecto.
- Hacer gárgaras con agua tibia y sal o usar caramelos de miel o mentol para aliviar el dolor de garganta.
- Lavarse las manos con frecuencia y cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar para evitar contagiar a otras personas.
- Vacunarse contra la gripe cada año, especialmente si se pertenece a un grupo de riesgo, como personas mayores, embarazadas, niños, enfermos crónicos o personal sanitario.
¿Qué te ha parecido este artículo sobre los antibióticos y la gripe? ¿Has tomado alguna vez antibióticos para la gripe sin receta médica? ¿Qué medidas tomas para prevenir y curar la gripe? Déjanos tus comentarios y comparte este artículo con tus amigos.
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com
Con información de ensedeciencia.com
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