¿Conoces cómo ducharte de manera correcta? Para muchas personas, ducharse es un hábito rutinario al que no prestan demasiada atención. Desde la forma de mojar el cuerpo hasta el orden en que se lavan las partes, los detalles pueden parecer insignificantes. Sin embargo, expertos advierten que existe un método correcto que ayuda a garantizar una limpieza completa y evita posibles irritaciones en la piel. La costumbre de mojar primero los pies o los brazos para aclimatarse al agua es común, pero la higiene óptima tiene otros pasos específicos que debes conocer.
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Según los especialistas, como la dermatóloga Cindy Wassef de la Universidad Rutgers, el primer paso para una ducha adecuada es enfocarse en el cabello. Iniciar por el cuero cabelludo permite que los productos de limpieza del cabello, como champús y acondicionadores, se enjuaguen correctamente sin que sus residuos se acumulen en el cuerpo. Al lavar primero el cabello, se asegura una higiene completa, evitando así que restos de productos lleguen a la piel y causen posibles irritaciones.
El siguiente enfoque deben ser las áreas que producen más sudor y olores, como las axilas, la ingle y los pies. Estas zonas cuentan con glándulas especiales que generan sudor y requieren un lavado más detallado y frecuente, especialmente después de actividades físicas intensas o en días calurosos. Mantener una higiene adecuada en estas áreas es esencial para prevenir infecciones y olores corporales indeseados.
EL ORDEN DE LAVADO IMPORTA MÁS DE LO QUE PENSAMOS
Para evitar residuos que puedan irritar la piel, la recomendación de comenzar desde el cabello se convierte en el pilar fundamental de una buena higiene en la ducha. Health.com también señala que lavar el cuerpo de manera ordenada puede contribuir a una limpieza más efectiva. Después de limpiar el cabello, es ideal concentrarse en el torso, donde los residuos del champú ya no interferirán con el proceso de limpieza. Esta estrategia de lavado asegura que toda el área esté libre de partículas potencialmente irritantes.
El agua caliente en contacto con las zonas más sensibles del cuerpo debe ser medida para evitar resequedad o problemas en la piel. Por eso, es clave no solo el orden de las zonas a lavar, sino también la temperatura del agua, que debe estar templada para no irritar la dermis. El doctor Anthony Rossi, del Centro de Cuidado de Piel en Nueva York, sugiere también que el orden en el que se lava el cuerpo puede reducir las posibilidades de inflamación en personas con piel sensible.
Es importante señalar que no solo el orden de lavado es relevante, sino también la técnica. Para una higiene efectiva, se recomienda usar esponjas suaves y evitar productos demasiado perfumados o de textura áspera, que pueden afectar la piel a largo plazo. Con estos simples cambios, es posible transformar una rutina cotidiana en un método eficaz para el cuidado integral de la piel.
ATENCIÓN ESPECIAL A LOS PIES: LA CLAVE PARA UNA LIMPIEZA TOTAL
La limpieza de los pies suele ser un paso subestimado, pero esencial. De acuerdo con los dermatólogos, los pies deben lavarse al final de la ducha y ser secados con especial cuidado, especialmente entre los dedos. Esto es crucial para prevenir infecciones como el pie de atleta, un problema común en ambientes cálidos y húmedos. La higiene de los pies también ayuda a evitar malos olores y brinda una sensación de frescura que puede durar todo el día.
Algunos expertos aconsejan prestar atención a los productos que se usan en esta área, ya que ciertos jabones antibacterianos pueden ofrecer protección adicional contra infecciones. Además, es recomendable enjuagar bien los pies y aplicar crema hidratante una vez que estén completamente secos, previniendo así la formación de durezas y manteniendo la piel suave.
Para una correcta adaptación a la temperatura del agua, una técnica comúnmente usada es mojar primero la nuca y las extremidades antes de comenzar con el lavado de todo el cuerpo. Este simple consejo ayuda a que el organismo se aclimate gradualmente, evitando el choque brusco de temperatura y facilitando una ducha relajante y revitalizante.
¿CÓMO IMPLEMENTAR ESTOS CONSEJOS EN TU RUTINA DIARIA?
La clave para una ducha óptima es la constancia. Implementar estos pasos de manera diaria garantiza que tu piel se mantenga saludable y libre de irritaciones. Ajustar pequeños detalles como el orden de lavado y la temperatura del agua puede tener grandes beneficios a largo plazo. La higiene no se trata solo de mantener el cuerpo limpio, sino también de proteger la piel contra agentes externos que pueden afectarla.
La recomendación de expertos es adaptar el método de lavado según las necesidades de cada tipo de piel. Las personas con piel sensible, por ejemplo, deben optar por productos suaves, mientras que quienes realizan actividades físicas frecuentes pueden necesitar un enfoque más profundo en ciertas áreas. Con estos pasos sencillos y prácticos, la ducha se convierte en un momento esencial para el autocuidado y bienestar diario.
¿QUÉ TE PARECE?
¿Cuál es el primer paso que sigues al ducharte? ¿Prefieres ducharte con agua caliente o templada? ¿Crees que el orden de lavado influye en la limpieza de la piel? ¿Te enfocas más en ciertas áreas del cuerpo al ducharte? ¿Qué productos prefieres usar para cuidar tu piel en la ducha? Déjanos tus comentarios y comparte tu experiencia con nosotros. ¡Te leemos!
Muchas gracias por leerme. Hasta pronto.
Redacción de rdndigital.com con información de 2001online.com
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