Seguramente te habrás dado cuenta de que algunos productos que compras habitualmente han disminuido su tamaño o su cantidad, pero no su precio. Esto se llama reduflación y es una forma de inflación oculta que afecta a los consumidores, especialmente en países con altas tasas de inflación como Venezuela.
La reduflación consiste en reducir la cantidad de producto que se vende al consumidor, tratando de mantener o incrementando, en algunos casos, el precio. De esta manera, los productores intentan compensar el aumento de sus costos y evitar una caída en las ventas.
El economista y profesor universitario, Daniel Cadenas, explicó en sus redes sociales que esta práctica lleva un buen tiempo practicándose en Venezuela: «es una manera rápida, fácil y poco ingeniosa de prevenir una mayor caída en las ventas».
Ante ello, precisó que «sería preferible hacer una reingeniería del producto y del proceso productivo para reducir los costos».
CÓMO AFECTA LA REDUFLACIÓN A TU BOLSILLO
La reduflación tiene un impacto negativo en tu poder adquisitivo, ya que pagas lo mismo o más por menos producto. Esto implica que necesitas comprar más cantidad para satisfacer tus necesidades, lo que supone un mayor gasto.
Además, la reduflación puede generar confusión y desconfianza entre los consumidores, ya que no siempre se informa claramente del cambio en el tamaño o la cantidad del producto. Esto puede afectar a la fidelidad de los clientes y a la reputación de las marcas.
Un ejemplo de reduflación es el de las garrafas de jugo de naranja o naranjada, que desde un principio su presentación era de 2 litros, pasaron a tener 1,8 litros. Otro caso es el de las galletas Oreo, que redujeron su número de unidades por paquete de 14 a 12.
CÓMO PROTEGERTE DE LA REDUFLACIÓN
Para evitar caer en la trampa de la reduflación, es importante que estés atento a los cambios en los productos que compras habitualmente. Algunas recomendaciones son:
- Compara el precio por unidad o por peso de los productos, no solo el precio total. Así podrás saber si realmente te conviene comprar uno u otro.
- Lee las etiquetas y revisa la información nutricional de los productos. A veces la reducción de la cantidad va acompañada de una disminución de la calidad o del valor nutricional.
- Busca alternativas más económicas o de mejor calidad. Puede que encuentres productos similares o mejores a un precio más justo.
- Reclama tus derechos como consumidor. Si crees que te han engañado o no te han informado adecuadamente del cambio en el producto, puedes presentar una queja o una denuncia ante las autoridades competentes.
¿Y TÚ QUE OPINAS?
Como ves, la reduflación es una realidad que debes conocer y enfrentar. No te dejes engañar por los precios y cuida tu bolsillo y tu salud.
¿Te ha gustado este artículo? ¿Te ha sido útil? ¿Has notado la reduflación en algún producto? ¿Qué haces para protegerte de ella? Déjanos tu opinión en los comentarios.
Esperamos tus respuestas. ¡Hasta pronto!
Redacción de rdndigital.com
Con información de bancaynegocios.com
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