
La rodilla hinchada es una condición que se caracteriza por un aumento de tamaño de la articulación de la rodilla debido a la acumulación de líquido en su interior o a su alrededor. Este líquido puede ser sangre, pus o líquido sinovial, que es el que lubrica la articulación.
La rodilla hinchada puede tener varias causas, que se pueden clasificar en dos grupos: traumáticas y no traumáticas. Las causas traumáticas son aquellas que se deben a un golpe, una caída, una torcedura o una rotura de algún tejido de la rodilla, como el ligamento, el menisco o el cartílago. Las causas no traumáticas son aquellas que se deben a una enfermedad o afección que afecta a la rodilla, como la artritis, la gota, la infección o el tumor.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA RODILLA HINCHADA?
Para diagnosticar la rodilla hinchada, el médico realizará una historia clínica y un examen físico de la rodilla. Le preguntará al paciente cuándo y cómo se produjo la hinchazón, si tiene dolor o limitación de movimiento, si ha sufrido alguna lesión previa o si padece alguna enfermedad crónica.
Además, el médico puede solicitar algunas pruebas complementarias para confirmar el diagnóstico y determinar la causa de la hinchazón. Estas pruebas pueden ser:
- Radiografía: para descartar fracturas o artritis.
- Ecografía: para visualizar los tendones y los ligamentos.
- Resonancia magnética: para detectar lesiones en los tejidos blandos.
- Artrocentesis: para extraer y analizar el líquido de la rodilla.
¿CÓMO SE TRATA LA RODILLA HINCHADA?
El tratamiento de la rodilla hinchada dependerá de la causa, la gravedad y los antecedentes médicos del paciente. El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor, reducir la inflamación y restaurar la función de la rodilla. Algunas opciones de tratamiento son:
- Terapia: consiste en realizar ejercicios de fisioterapia para mejorar la fuerza y la movilidad de la rodilla. También se puede usar una rodillera para estabilizar la articulación.
- Medicamentos: se pueden tomar analgésicos y antiinflamatorios para calmar el dolor y la hinchazón. En algunos casos, se pueden usar medicamentos biológicos que actúan sobre las sustancias que causan la inflamación en las enfermedades reumáticas.
- Cirugía: se puede recurrir a la cirugía cuando los tratamientos conservadores no son suficientes o cuando hay una lesión grave que requiere reparación. La cirugía puede ser artroscópica, que consiste en introducir una cámara y unas pinzas por pequeñas incisiones en la rodilla, o abierta, que consiste en hacer una incisión más grande para acceder a la articulación.
¿CÓMO PREVENIR LA RODILLA HINCHADA?
La prevención de la rodilla hinchada pasa por evitar las lesiones y las enfermedades que pueden afectar a esta articulación. Algunas medidas preventivas son:
- Calentar antes de hacer ejercicio y estirar después.
- Usar calzado adecuado y protección en los deportes de contacto.
- Mantener un peso saludable y una dieta equilibrada.
- Controlar las enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión.
- Consultar al médico ante cualquier síntoma o molestia en la rodilla.
Redacción de rdndigital.com
Con información de salud180.com
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