Los trabajadores públicos en Venezuela están viviendo una situación crítica, debido a la devaluación de su pensión, que ha pasado de 29 a 4 dólares en un año. Esta cifra corresponde al salario mínimo que el gobierno de Nicolás Maduro fijó en marzo de 2022, y que desde entonces no ha sido ajustado.
El salario mínimo en Venezuela es de 130 bolívares mensuales, una cantidad que hace un año y cuatro meses representaba un ingreso modesto, pero aceptable. Sin embargo, la hiperinflación y la depreciación del bolívar frente al dólar han hecho que este monto pierda un 84.3% de su valor real.
La Organización No Gubernamental Fordisi, que se dedica a la formación de líderes sindicales, denunció la grave situación que atraviesan los trabajadores públicos, especialmente los jubilados, que dependen de su pensión para sobrevivir.
LA PENSIÓN DE LOS TRABAJADORES PÚBLICOS NO ALCANZA PARA NADA
Según Fordisi, la pensión de los trabajadores públicos no alcanza para cubrir las necesidades básicas de alimentación, salud, transporte y servicios. Además, señaló que esta pérdida de poder adquisitivo ha generado un fenómeno inflacionario sin precedentes, que afecta a toda la economía del país.
«Esta pérdida de valor causa un fenómeno inflacionario sin precedente y por consiguiente un impacto negativo en las prestaciones que reciben los trabajadores una vez que se jubilan», indicó la ONG en un comunicado publicado en su página web.
Fordisi también alertó que trabajar para el sector público ya no es rentable ni gratificante, por lo que muchos empleados han optado por renunciar o solicitar su jubilación anticipada, como ha ocurrido en el Ministerio de Educación.
LA PENSIÓN DE LOS TRABAJADORES PÚBLICOS ERA UNA GARANTÍA DE BIENESTAR
Fordisi recordó que en el pasado, la pensión de los trabajadores públicos era una garantía de bienestar y prosperidad, que les permitía acceder a bienes y servicios de calidad, como vivienda, vehículo, viajes y una vejez digna. Sin embargo, ahora esa realidad ha cambiado radicalmente.
«Ya no es rentable, ni gratificante laborar para el ente público; llegamos al punto donde las prestaciones sociales de los trabajadores literalmente se depreciaron como figura de protección y los trabajadores del sector educativo optan por renunciar o esperar la jubilación si están cercanos a los 25 años», afirmó la ONG.
Fordisi exigió al gobierno de Nicolás Maduro que tome medidas urgentes para mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores públicos, así como para controlar la inflación y estabilizar la moneda nacional.
LA PENSIÓN DE LOS TRABAJADORES PÚBLICOS EN OTROS PAÍSES
La pensión de los trabajadores públicos en Venezuela contrasta con la de otros países de la región, donde se han establecido mecanismos para garantizar un ingreso digno y justo a los empleados del sector público. Por ejemplo, en Colombia, la pensión mínima es de 1.030.000 pesos, equivalentes a 269 dólares. En Chile, la pensión básica solidaria es de 177.000 pesos, equivalentes a 224 dólares. En Perú, la pensión mínima es de 930 soles, equivalentes a 230 dólares.
Estos montos, aunque no son muy elevados, superan ampliamente el salario mínimo de Venezuela, que apenas alcanza los 4,59 dólares. Además, estos países han implementado políticas de ajuste periódico de las pensiones, según el costo de vida y la inflación. Así, se busca proteger el poder adquisitivo de los jubilados y evitar que caigan en la pobreza.
LA PENSIÓN DE LOS TRABAJADORES PÚBLICOS COMO UN DERECHO HUMANO
La pensión de los trabajadores públicos no es un favor ni una dádiva del gobierno, sino un derecho humano reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por la Constitución de Venezuela. Se trata de una retribución justa por los años de servicio y contribución al desarrollo del país. Se trata también de una forma de garantizar una vida digna y una protección social a las personas que han llegado a la edad de retiro.
Por eso, es inaceptable que el gobierno de Nicolás Maduro ignore y viole este derecho, al mantener un salario mínimo irrisorio y congelado, que no cubre ni siquiera la canasta básica alimentaria. Es inaceptable que el gobierno someta a los trabajadores públicos a una situación de miseria y desesperación, que les impide disfrutar de su jubilación y acceder a sus necesidades básicas.
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Redacción de rdndigital.com
con información de elpitazo.net
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