La cerveza es una bebida alcohólica que muchos disfrutan en los días calurosos. Sin embargo, puede tener efectos negativos en tu cuerpo que te pueden hacer sentir peor. Te explicamos cómo esta bebida afecta tu temperatura, tu hidratación y tu peso cuando hace calor.
LA CERVEZA ALTERA TU SISTEMA TERMORREGULADOR
Tu cuerpo tiene un sistema termorregulador que se encarga de mantener tu temperatura interna estable. Cuando hace calor, este sistema se activa y te hace transpirar para enfriar tu piel.
La cerveza interfiere con este sistema de dos maneras. Por un lado, el alcohol es un diurético que te hace eliminar líquidos por la orina. Por otro lado, el alcohol es un vasodilatador que te hace aumentar el flujo de sangre a la piel y sudar más.
Estos dos efectos te hacen perder líquidos y electrolitos que son esenciales para tu hidratación y tu equilibrio térmico. Por eso, beber cerveza cuando hace calor puede provocarte deshidratación, mareos, calambres y golpes de calor.
TE APORTA CALORÍAS VACÍAS
Otro problema de la cerveza es que tiene muchas calorías que no te nutren. La cerveza está hecha de malta y lúpulo, que son fuentes de carbohidratos. Además, contiene alcohol, que es una sustancia que aporta 7 calorías por gramo.
El consumo excesivo de cerveza puede hacerte engordar y elevar tu temperatura corporal. Esto se debe a que tu cuerpo tiene que trabajar más para metabolizar las calorías sobrantes. Además, el aumento de peso puede afectar tu salud cardiovascular y aumentar el riesgo de enfermedades como la diabetes o el colesterol alto.
PUEDE SER PERJUDICIAL PARA EL MEDIO AMBIENTE
Por último, la cerveza puede tener un impacto negativo en el medio ambiente. La producción de cerveza requiere de grandes cantidades de agua y cereales, especialmente de cebada. Estos recursos pueden escasear debido al cambio climático, que está provocando sequías y olas de calor más frecuentes e intensas.
Según un estudio reciente1, el cambio climático podría reducir la producción mundial de cebada entre un 3% y un 17% para finales de siglo. Esto podría provocar una escasez de cerveza y un aumento de su precio. Además, la producción de cerveza genera emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
Como ves, la cerveza no es una buena opción para refrescarte en los días calurosos. Te puede deshidratar, engordar y dañar el planeta. Lo mejor es beber con moderación y tomar mucha agua para mantenerte hidratado.
Redacción de rdndigital.com
Con información de fayerwayer.com
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