Fuente: semana.com
El organismo maneja sistemas que se encargan de regular y mantener el equilibrio de los niveles de agua y los solutos; sin embargo, hay ocasiones en que esto no sucede produciéndose lo que se conoce como retención de líquidos o edema.
Los edemas son un aumento anormal del volumen de líquido intersticial, es decir, una acumulación excesiva de esta sustancia en los tejidos. Este líquido es el que se encuentra en los espacios que rodean las células, explica el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Las razones para que se presente esta situación son diversas y en ellas se incluyen: problemas circulatorios, insuficiencia cardíaca congestiva y enfermedades renales o hepáticas. También existe el edema cíclico idiopático, en el que el problema se produce sin causa conocida, precisa la Fundación Española del Corazón.
Los síntomas de esta afección se reflejan en un aumento de peso inexplicable, hinchazón en las piernas y los tobillos, incremento del perímetro abdominal y la presencia de fóvea, que se refleja cuando la persona presiona firmemente la piel con el dedo y nota un hundimiento que permanece durante algunos minutos o segundos después de haber ejercido la fuerza.
Al respecto, el instituto Mayo Clinic indica que los edemas leves pueden deberse a estar sentado o permanecer en una posición durante mucho tiempo, comer mucha comida salada, tener signos y síntomas premenstruales o estar en embarazo.
También es posible que estén relacionados con el efecto secundario de algunos medicamentos, entre ellos, los que se usan para controlar la presión arterial alta, los antiinflamatorios no esteroides, esteroides, estrógenos y otros que se toman para la diabetes. No obstante, pueden obedecer a problemas más complejos como insuficiencia cardíaca, enfermedad renal, daño renal, sistema linfático inadecuado y cirrosis, entre otros.
Cuando esta retención de líquidos no se registra por causas graves, es posible “echar mano” de los remedios caseros que ayudan no solo a disminuir la inflamación, sino a aliviar las molestias que esta afección genera. En la lista de opciones está el jengibre.
INFUSIÓN DE JENGIBRE
A esta raíz se le atribuyen una serie de beneficios para el cuerpo gracias a sus propiedades antiinflamatorias. Información del portal de estilo de vida unCOMO indica que este alimento contiene antioxidantes y compuestos fenólicos que le confieren dichas propiedades, que serían similares a las de algunos medicamentos que inhiben la síntesis de prostaglandinas, sustancias que intervienen en varias funciones de los tejidos del cuerpo.
Adicionalmente ofrece bondades diuréticas, vasodilatadoras, analgésicas y antiespasmódicas, entre muchas otras que resultan favorables para aliviar este tipo de afecciones.
Una de las mejores formas de consumirlo para aliviar la retención de líquidos es en infusión, ya que sus minerales actúan como electrolitos en el cuerpo favoreciendo la hidratación y reduciendo el exceso de agua en el organismo.
Para preparar esta bebida solo se requiere de una raíz fresca de la cual se pueden extraer unas cuatro o cinco rebanadas, que se lavan bien y luego se agregan a un litro de agua. A continuación, se lleva esta mezcla al fuego y una vez que hierva, se retira y se deja reposar antes de colar. Esta bebida se puede disfrutar caliente o fría y es posible adicionarle limón o un endulzante según el gusto. Puede consumirse varias veces al día.
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